Al ágape acudieron en total 15 personas entre los que se encontraban, además de los reyes eméritos, Rafael Nadal y Xisca y los padres de éste, y Miquel Àngel Nadal, que llegó acompañado de las dos abuelas del tenista, Catalina Femenias (madre de Aina Maria Parera) e Isabel Homar (madre de Sebastià Nadal). Un Volvo XC90 dejó a don Juan Carlos, quien viajaba en el asiento del copiloto, y a doña Sofía, que ocupaba un asiento trasero. En un Kia Sportage conducido por Sebastià Nadal y con su mujer al lado, llegaron también de pasajeros Rafael y Xisca. La última en llegar fue Maria Isabel, hermana del campeón. Toni Nadal no acudió al estar en Grecia.
El personal del restaurante había dispuesto varias mesas en el interior y en la terraza para que los reyes eméritos y el servicio de seguridad eligieran dónde almorzar. Al final se decantaron por estar bajo techo. Algunos comensales que estaban en el mismo salón fueron reconducidos a la terraza para que el grupo tuviera la máxima privacidad y tranquilidad posibles.
El menú
El menú tuvo un sabor marinero y los comensales disfrutaron con la propuesta del chef Andrés Moreno consistente en gallo mallorquín, caproig, gambas de Sóller, almejas fina, navajas, rodaballo salvaje, con guarniciones de tumbet y verduras al grill.
El vino escogido fue Pago de Carraovejas y se sirvió agua en abundancia. Como postres hubo sant honoret y fruta. El encuentro a manteles se prolongó durante más de tres horas.
Los reyes eméritos salieron acompañados por sus anfitriones, aunque volvió a faltar el tenista en la despedida en el exterior del restaurante.
La ausencia de Rafa Nadal se entendió cuando poco después subió a una pequeña zodiac en compañía de su novia y de otra pareja rumbo a su yate Beethoven, fondeado frente al restaurante. Desde allí pusieron rumbo a las calas más recónditas de la zona de Artà. Sin duda, un colofón perfecto para una jornada muy especial.
Sa Punta cuenta con unas privilegiadas vistas al mar. Mientras se celebraba el almuerzo, fondeó frente al restaurante el Beethoven, el yate que ha puesto a la venta el tenista por 2,5 millones de euros y que cambiará por un catamarán.
Pero hasta que se lo entreguen, Nadal sigue disfrutando de esta embarcación adquirida en 2016 y nada más acabar la comida puso rumbo al yate con su novia y otras dos personas.
25 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
El alcalde, del rebote que pillo porque no le invitaron, dice que está contando elefantes por Manacor, debería de contar burros, que hay uno mas. Anda que si así es el elegido, como serán los electores. Pobre Manacor.
Aquí todo el mundo elucubra y pocos aciertan. Nadal es un señor y no hizo nada más que organizarse una comida en el propio restaurante familiar, propiedad de Miguel Ángel Nadal y no estaba cerrado sino que no aceptaron reservas para estar mejor atendidos y más cómodos. ¿ No tiene derecho ?.
no m'han convidat, seran grossers! i mira que, com a bon membre de la societat colonitzada, he pagat tots els impostos reials amb interessos
Siempre hay envidiosos, auténticos perdedores en la vida. Ahora que si se levantaron a unos comensales. Seguro que ya estaban avisados y que lo hicieron con gusto y entendiendo la situación. Aprended de Nadal que es un fenómeno en todos los sentidos.
Hablar por hablar y sin saber es lo que más guerras y conflictos provoca en el mundo, es enardecer y enarbolar al pueblo sin necesidad, sólo porque los “listos de turno” tienen necesidad de “decir algo”.... el restaurante ESTABA CERRADO, pero si te conocían te advertían de que tal vez pasaría esto, y la gente que estaba allí, correcta y educada, decidió ir y “apechugar” y “agradecer” poder ir y no tener que buscar otro sitio......LISTOS!!!!!
Viva Nadal,viva Juan Carlos Y Viva España ,Rafa es lo mejor que tenenos no solo en Mallorca ,sino en España , l lo demas son envidias .
Los que se quejan que han reubicado otros comensales que miren a ver de quien es este restaurante
Hace ya muchos años que un día mi tío Rafel me preguntó que por qué iba al colegio. Yo le respondí que para aprender. Muy bien, y que aprendes? Pues a leer, escribir y hacer cuentas. Mi tío me respondió que a eso último no hace falta. Por qué me dices eso tío Rafel? Porque las cuentas siempre te las harán los demás. Cada día pasa algo que me recuerda su frase.
El restaurante es del futbolista. Todo queda en casa.
Si tan tranquilos querían estar,haber alquilado el restaurante. Desplazar a los comensales a otro lado. Yo ni de coña. Pero que se han creido !!! El dinero de cualquiera es igual de válido que el de esta gente