A las 20.30 de la tarde, Kyril llegó al hotel y tuvo lugar la entrega del premio. | Pere Bergas

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La terraza de la suite 702 del Valparaíso Palace & SPA sirvió este viernes de escenario a la Asociación Mallorquines de Verano para otorgar su máxima distinción al príncipe de Preslav, Kyril de Bulgaria, que estuvo casado con la mallorquina Rosario Nadal. Kyril acude verano tras verano a su casa de Porreres, su base de operaciones para disfrutar de la costa mallorquina.

«Es un gran honor ser considerado alguien que le da buena imagen a la Isla después de pasar 30 años veraneando aquí y de que me hayan hecho tantas fotos en la playa», afirmó Kyril entre risas. «De Mallorca me encanta el mar y la montaña, sus pueblos y la vida local. Estoy seguro de que sería capaz de vivir aquí, es muy tentador», concluyó el galardonado, que en todo momento recibió la atención de los invitados.

A las 20.30 de la tarde, Kyril llegó al hotel y tuvo lugar la entrega del premio: una exclusiva obra artesanal de Gordiola con forma de palmera. Tras la entrega, el acto continuó con una cena mallorquina con un toque de vanguardia a cargo de los chefs de Valparaíso, Carlos Botella y Carlos Serrano.

Agradecido

Después del encuentro gastronómico, los invitados tuvieron la oportunidad de escuchar un parlamento pronunciado por el director general de GPRO Valparaíso Palace Hotel & SPA, Toni Ferrer, así como del premiado, que se mostró muy agradecido con el reconocimiento. Fue una velada, sin duda, inolvidable para el príncipe de Preslav, muchas veces captado por los fotógrafos cuando practicaba –y sigue haciéndolo– deportes acuáticos en la playa de Son Serra de Marina, una de sus preferidas.

A la velada le acompañaron casi un centenar de personas, que acudieron a la cita elegantemente vestidas. No dudaron en acercarse al premiado para felicitarle y charlar con él antes de comenzar la cena. Todo ello, en un ambiente festivo y con unas visitas espectaculares sobre toda la bahía de Palma.