La majestuosa estampa del ‘Sea Cloud II’, ante la Seu. | Gabriel Alomar

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En contraposición a los megacruceros con capacidad para miles de turistas, dos grandes veleros de lujo hicieron escala el pasado domingo en Palma con unos 250 clientes. Un encuentro a toda vela que puso de relieve la diversidad del mercado de los cruceros, donde también destacan buques diseñados para un turismo minoritario y exclusivo, amante de la navegación romántica y al viejo estilo.

Aunque de moderna construcción, el Sea Cloud II, una bricbarca construida en España en 2001, de 117 metros de eslora (con 23 velas y 2.700 metros cuadrados de superficie) y con capacidad para 94 pasajeros y el Star Flyer, construido en Bélgica en 1991 con aparejo de bergantín goleta de 111 metros (con 16 velas que suman 3.350 metros cuadrados) y con camarotes para 170 clientes, representan versiones actuales de los legendarios veleros de leyenda.

Así lo reflejan sus interiores decorados con un fuerte sabor náutico, con maderas nobles y evocadoras pinturas, así como sus puertos de escala, elegidos entre los más exclusivos en el Mediterráneo y el Caribe.

Star Flyer