Nacido en Madrid en 1980, pero con residencia en Palma desde hace más de 15 años y perteneciente a la Asociación de Sumilleres de Baleares (ASB), Durán se impuso a Iván Ruiz y Guillermo Llopis. En total participaron 19 concursantes, entre ellos otros dos miembros de ASB, Toni Fernández y Gabriel Lucas.
En una cena de gala para 200 invitados conducida por Boris Izaguirre, cada sumiller lideró una mesa encargándose de la presentación de cada uno de los cavas de la carta –que no conocieron hasta la noche anterior y que estaba compuesta por 38 referencias de prestigio de 29 bodegas adscritas a la D.O.–, la creación de las armonías del menú –compuesto por ocho platos que no probaron hasta una hora antes del inicio de la cena–, la técnica de servicio, la comunicación con los invitados, la actitud en la mesa y la uniformidad. Es decir, la capacidad de hacer que la experiencia de los comensales fuera inolvidable.
«Ha sido un concurso diferente a otros porque nunca había participado en uno de servicio. Me ha tocado una mesa cuyos componentes están acostumbrados a comer en los mejores restaurantes del mundo. Ha sido una competición muy ajustada que se ha decidido por detalles mínimos», comentaba este miércoles desde Londres adonde llegó a primera hora de la mañana. «Sólo he dormido dos horas y media pero este miércoles tengo que trabajar», explicaba por teléfono.
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Titular: se pone un delantal debajo de la chaqueta y le dan el premio al buen gusto.