La leyenda cuenta que al morir los progenitores de San Nicolás, este donó todos los bienes a los más pobres y se trasladó a Bari, Italia. Aunque San Nicolás fuese el obispo de Mira, Turquía, se le asocia a la ciudad italiana debido a que sus restos fueron protegidos ahí tras la conquista musulmana. El culto a este clérigo ganó mucha fuerza en la región de Bari, en la que se le atribuyeron numerosos milagros.
Empieza la leyenda
El 6 de diciembre se celebra San Nicolás y tradicionalmente es un santo vinculado a la llegada del invierno, momento en el que también se ubicó la Navidad. A partir de estos elementos se fue creando en Europa la figura de un ‘Papá de Navidad' aunque cada figura tenía sus particularidades.
Según la teoría más aceptada esta festividad europea llegó a Estados Unidos en 1624, cuando los holandeses fundaron Nueva Amsterdam –la actual Nueva York– y establecieron su cultura, sus costumbres y la figura de San Nicolás. La historia del clérigo se extendió por gran parte del mundo, hecho que facilitó su desarrollo.
A partir de 1809, entró en juego la ficción del personaje, cuando Washington Irving escribió una sátira en la que cambió el nombre de San Nicolás por Santa Claus y años después, en 1823 el poeta Clarke Moore le dio forma al personaje creado por Irving, dándole un aspecto completamente diferente al actual, ya que se trataba de un Papá Noel enano y delgado, parecido a un duende, que regalaba juguetes a los niños y que se desplazaba en un trineo tirado por nueve renos. No fue hasta 1863, cuando el dibujante alemán Thomas Nast, cambió el aspecto físico de ese duende desgarbado y lo transformó en el simpático personaje que a día de hoy conocemos.
Alrededor de 1850, el Santa Claus americano, de alguna forma regreso a Europa, y el personaje se fusionó con las diferentes figuras que tenían los europeos de Papá Noel. En Francia se le conoce como ‘Père Noel', en Italia como ‘Babbo Natale' y en España se castellanizó el vocablo francés, dando como resultado al emblemático ‘Papá Noel'.
Una vez instalada la figura empezaron a pulirse ciertos aspectos del personaje mediante libros y anuncios publicitarios. A finales del siglo XIX una empresa estadounidense de frigoríficos utilizó al personaje para uno de sus spots publicitarios, instaurando la creencia de que el personaje proviene del Polo Norte, al mismo tiempo que se consolidó la figura del trineo tirado por renos como el transporte de Papá Noel.
La figura
Ya solo quedaba matizar la figura, y los responsables fueron la ya por entonces multinacional Coca-Cola. En 1931 la empresa de refrescos empezó a publicar anuncios en revistas populares utilizando la figura de Santa Claus, la empresa contrató al ilustrador Haddom Sundblom para que dibujara un Papá Noel con rasgos más propios de la marca, por lo que el ilustrador se basó en el poema Una visita de San Nicolás de 1822 escrito por el norteamericano Clement C. Moore en el que se explicaba que Santa Claus era como «una fuente llena de gelatina» motivo por el cual el dibujante hizo que Santa Claus fuera un personaje corpulento.
Esto dio como resultado un Papá Noel más afectuoso y simpático, con barba blanca y un traje rojo y blanco, colores característicos de Coca-Cola. Desde ese momento, la nueva figura dada por la gran empresa de refrescos hizo desaparecer los antiguos modelos y consiguió una uniformidad de Santa Claus a nivel mundial. Sin embargo, la idea de que el traje rojo de Papá Noel es un invento de Coca-Cola es una leyenda urbana ya que existen referencias anteriores.
3 comentarios
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Odio a los Reyes Magos. Esos plastas siempre venían el último dia antes de acabar las vacaciones y volver a clase. Así que mientras el 5% de la clase, que ya tenían a Papá Noel, podían jugar con sus juguetes nuevos todas las vacaciones, el resto, el 95% de la clase, debíamos esperar al último dia, para poder hacerlo. Y sólo un dia después, vuelta al cole. Los impresentables Magos tenían un márketing de desastre. Por eso Papá Noel ha triunfado. Así los zurzan
No os extrañe que en breve algún "iluminado" nos diga que proviene de Cataluña, tatara-tatara-tatara-tatara-tatara-tatara-tatarabuelo de Puigdemont, como Cervantes, Colón, Adán y Eva, etc etc etc
No es Papá Noël, (“Papá Navidad”) como pretenden los franceses (unos señores especialistas en apropiarse de todo lo que no es suyo -como Picasso o el croasán, por ejemplo, que no son franceses por mucho que en Francia lo pretendan-), sino St. Nicholas. Como bien dice Berga, a nosotros nos ha llegado filtrado por los Pirineos. “Santa” es un personaje que en realidad hunde sus raíces en las leyendas de tradición nórdica -que tan bien recopilaron los hermanos Grimm- en principio un duende bonachón más; protector de los niños, un troll de buena pasta. Se llama Santa Claus en América y San Nicolás (St. Niklaas o Sinterklaas en Holanda, según la zona –el país que realmente lo potenció ya en la Edad Media- (curiosamente allí dicen que viene a traer juguetes a los niños desde España) y que al traducirse del holandés al inglés americano, se quedó en Santa Claus. Enhorabuena a la articulista Paula Berga por su acierto en informar.