Pau Navarro y su pareja, Ariadna Salvador, cocinero y repostera del restaurante Clandestí, son dos apasionados de los tatuajes. Pau, incluso, llegó a ser tatuador. «Luego vi que se me daba mejor la cocina y lo dejé, pero tatué a muchos amigos». El primero que se hizo, con 17 años, fue una tela de araña roja. «Me gusta el estilo de la vieja escuela, más duro, con trazos muy marcados y poco color». Todos tienen mensaje: hay uno de un trinxet, olivas y guindillas. Y ambos se hicieron el mismo tatuaje en la nuca con un cuchillo y una batidora como símbolos de sus respectivos trabajos. Quizás el más ‘extraño' es el del escudo de Palma en el pecho. Los de Ariadna, que se hizo el primero con sólo 14 años, son mucho más coloristas, entre los que destaca el de homenaje a su abuela, con quien se crió.
Siguiendo con el mundo de la cocina, Marga Coll, del restaurante Miceli, cuenta que tiene tres tatuajes, pero sólo muestra uno. «Los otros dos son muy privados», se excusa. El que muestra es el tercero y último. «Me tatué en el antebrazo derecho la frase Querer es poder porque la considero mi filosofía. Me lo hice al cumplir 40 años. Lo de los tatuajes es algo que engancha, pero no me gusta que se vean mucho».
Carlos Moyà, extenista y actualmente entrenador de Rafa Nadal, se tatuó un delfín en el brazo derecho. «En ese momento, 1999, era mi animal favorito y una época dura en que estuve lesionado. Lo hice para recordar esos tiempos y, una vez que saliera adelante, recordar que las cosas fueron difíciles», confiesa.
La nadadora mallorquina Melani Costa explica: «Cuando fui a los Juegos Olímpicos de 2008 me quería hacer un tatuaje con los aros olímpicos, como muchos deportistas que han ido a los juegos, pero no sabía en qué parte del cuerpo. Finalmente en 2012 me tatué los aros en la muñeca y me puse los nombres Londres y Pekín. Me haría mucha ilusión el poder añadir el nombre de Tokio el año que viene...
Para el actor y componente del popular grupo Diabéticas Aceleradas Pep Noguera, su tatuaje en la ingle tiene un significado muy especial. «Me lo hice en el año 1998 por la muerte de mi padre y con el cambio de Madrid a Mallorca para iniciar una nueva etapa en mi vida. Es un corazón de una joya que me regalaron mis amigos».
La actriz mallorquina Lara Martorell, quien triunfa en la pequeña pantalla con la serie Servir y proteger, de TVE, luce en su hombro y brazo «unas manchas de leopardo que significan la fuerza y el poder de la sensualidad».
Vicky Serra tiene tres tatuajes. «Tengo una estrella victoriana de ocho puntos, mi número favorito. Una frase en la columna vertebral de la espalda después de aprobar la oposición y otra en la costilla de la izquierda, con la fecha del nacimiento de mi hija».
La presentadora y cantante Victoria Maldi tiene dos tatuajes. Luce una clave de Sol en su tobillo derecho y la palabra Slow life en su muñeca izquierda.
8 comentarios
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Cuando se es joven, todo muy bonito en la piel, cuando se es viejo y con arrugas en la piel, los tatuajes ya no tienen nada de bonito.
O una ciruela en el culo...al hacerte viejo, al menos tendrá sentido porque será una pasa!!
Con todo el respeto pero creo que es significativo de una decadencia de nuestra sociedad. Ni tiene base cultural o histórica ni utilidad práctica. Como mucho se le podría atribuir una utilidad estética equiparable al maquillaje o la peluquería pero estas últimas son económicamente razonables y fácilmente reversibles mientras que los tatuajes son caros y de difícil eliminación. Y, bajo mi punto de vista, de muy mal gusto. No deja de ser reflejo de una sociedad desnortada que ha perdido sus referentes e inconscientemente busca sustituirlos por unos buenistas valores artificiales que nada tienen que ver con nuestra civilización.
Evidentemente, los hay y los hay. Y a buen entendedor, pocas palabras bastan. Pero a mi, esta práctica se me antoja asquerosa, repugnante y por lo tanto, totalmente rechazable. Mi piel no es una pantalla de dibujos animados.
Nada como un "'amor de madre" en el culo
Al señor Frank, halla el buen camino involucionante para q haya paz en tu vida sin ningun tatuaje pero deja a los tatuados con nuestros metales en la epidermis y aprende un poquito el arte de la escritura. Paz, amor y salud para tot lo mon .
Un consejo a los que todavía no tienen uno y quieren hacérselo. Responderos a esta pregunta. Teneis los mismos gustos que hace 10 o 20 años?, la respuesta es al 99% que no, es decir que hoy os encantará un tatuaje pero en 10 años eso ya no os gustará tanto pero por desgracia no podréis desprendernos de él aunque os vendan que se puede quitar con láser.
Que tatuarse se halla puesto de modo significa que la sociedad involuciona, vamos hacia atrás. En el imperio romano los esclavos, soldados y presidiarios iban tatuados, una forma de marcar el ganado. En la actualidad los famosos se tatuan y la plebe los imita, meter tinta con metales bajo la epidermis no es para nada una buena idea... pero contra las modas no se puede hacer nada, no hay razones que valgan. solo una sugerencia, mejor una pintura de largo plazo que un tatuaje. saluditos.