Iker Pou en un campo base durante una de sus múltiples expediciones. | Hermanos Pou

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Como le decía estos días a un amigo: -¿Te has dado cuenta de que nunca en nuestra vida hemos vivido algo parecido? Lo que estamos viendo es lo más parecido a un estado de excepción, un estado pre-guerra, esa situación que tantas veces hemos visto en las películas catastróficas que tanto gustan en Estados Unidos: ciudades incomunicadas, colegios cerrados, hospitales colapsados…

Si nos vamos para atrás nuestros padres lo sufrieron un poco más de cerca en la posguerra, o los abuelos directamente durante la Guerra Civil, pero la nuestra y las que han venido después, han sido generaciones acostumbradas a tenerlo todo fácil.

Nos están pidiendo que nos quedemos en casa o que estemos al aire libre donde haya poca gente. Pero al aire libre haciendo actividad te puedes hacer daño, y si te haces daño, y los hospitales están colapsados…

Desde que tenemos uso de razón no recordamos nada parecido… Entonces, ¿Vamos o no vamos al monte? Está claro que no, porque si no se pueden coger aviones, trenes, autobuses…: La montaña globalizada que hemos conocido en los últimos tiempos se ha acabado hasta nueva orden. ¿Pero hasta cuando? Nadie lo sabe…

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Nosotros de momento tenemos en Stand by todos nuestros viajes.

Va a ser gracioso, porque si hasta ahora abrías las redes sociales y te encontrabas con que toda la gente que conoces está de periplo y publicando fotos chulas de los sitios más recónditos del planeta, a partir de ahora, y hasta que todo esto este controlado, eso se ha acabado, y en cualquier momento sólo veremos fotos de gente metida en su casa.

Dicho de otra manera, si esto dura mucho, habrá un periodo en la historia del alpinismo, que será un papel en blanco. Como lo fueron la época de la Gran Guerra (1914-1918) y la Segunda Guerra Mundial (1940-1945). Pero, aunque a nosotros nos perjudique, es sólo un problemilla' comparado con lo que puede ser esta crisis si de verdad afecta a la salud de millones de personas.

Está claro que esto es lo primero, pero habrá que ir preparándose para una época de inactividad forzada, y después, para otra, con una gran afectación en la economía…

Os animamos a pensar en colectivo y no en individualidades, una forma de hacer por cierto que la gente de montaña en general ya estamos acostumbrados a ejercer. Salud y responsabilidad.