Diseñadores mallorquines explican cómo les ha afectado la crisis en su trabajo y coinciden en que los cambios en la industria deben estar enfocados en la sostenibilidad y en una producción responsable.
Joana Borrás: «Hemos fabricado 20.000 prendas de uso sanitario de forma gratuita»
Presidenta del Colectivo de Moda de Mallorca, Joana Borrás es, a su vez, la diseñadora de la firma de ropa Feel Mallorca. Joana explica que tuvieron que cerrar los talleres de corte y también el de confección de un día para otro cuando se impuso el estado de alarma. Como presidenta de la Asociación de Moda de Mallorca, que aglutina unas 30 empresas del sector, Borrás explica que «la incertidumbre por la falta de información, ni contacto con las Administraciones con las que estábamos trabajando, nos tiene estupefactos. Hemos enviado varios emails a la Conselleria d'Indústria y nadie nos ha contestado. Aunque debo recalcar que hemos estado en contacto vía telemática y telefónica con el Consell Insular y con IB-Salut durante todo el confinamiento».
La diseñadora de Feel Mallorca lleva toda la cuarentena con dos tareas. Por un lado, la fabricación de 20.000 prendas de uso sanitario para diferentes administraciones de forma completamente gratuita, junto con gran parte de sus compañeros de la Asociación de Moda de Mallorca. Por otro lado, la creación de una nueva línea de diseño de camisas 100 % lino, realizado en los tejedores de Mallorca e inspiradas en las antiguas camisas de nuestros abuelos.
Pablo Erroz: «La sostenibilidad será una macrotendencia, más que los colores o formas»
Este joven mallorquín es uno de lo diseñadores nacionales con mayor proyección. Además, desde el año pasado, a su faceta como diseñador se le suma la de interiorista. La previsión de fondos, el análisis de las acciones y las inversiones de marca son algunas de las aptitudes que, según Pablo Erroz, deberán desarrollar los diseñadores para lograr adaptarse con éxito a la nueva situación. Y no solo eso.
Erroz augura que la sostenibilidad se convertirá en la macrotendencia, más que los colores o las formas, al igual que las compras on line, que se dispararán. Pablo está convencido de que la COVID-19 inspirará a más de una diseñador. «La moda debe ser actual. Y lo actual ahora es el coronavirus. La mayoría de marcas y diseñadores lanzarán guantes y mascarillas. Pero será interesante ver cómo los diseñadores hacen una moda útil».
A nivel profesional, el estado de alarma ha provocado que Pablo Erroz haya tenido que apretar el botón de pausa y emplear más las plataformas on line. «Ahora que poco a poco se está empezando a abrir el mercado, intentamos mantener la rutina de trabajo y dar salida a todo aquello que se quedó en stand by».
Ela Fidalgo: «Se producirá un repunte en innovación tecnológica en moda»
Manuela González Fidalgo nació en 1993 en Mallorca. En 2012 se trasladó a Madrid para empezar con sus estudios de Diseño y Moda. Ganadora de varios premiso por sus colecciones, actualmente la diseñadora mallorquina ha cambiado las tijeras por los lienzos, aunque Manuela sigue vinculada al mundo de la moda en proyectos de investigación e innovación, y a nivel educativo.
Para Ela, el cambio en el escenario de la moda se encaminará en la colaboración entre diseñadores y marcas. La sostenibilidad y el respeto será otro de los pilares fundamentales en el futuro. En cuanto a las tendencias que se impondrán tras las crisis, Manuela cree que se producirá un repunte en toda la parte de innovación tecnológica de moda. «Tal vez tejidos hechos con medidor de temperatura, aplicaciones en las prendas donde podrás leer la prenda con el móvil o ropa impermeable especial para que puedas desinfectarla. Pero estoy segura que habrá una gran inversión en moda y tecnología».
Tania Presa: «Que cada mes y medio se lancen nuevas colecciones es una locura»
Diseñadora de vestidos de novia e invitada. Presa se especializó en patronaje de alta costura. La diseñadora mallorquina tiene un estilo muy particular y original, apostando por una moda nupcial más vanguardista y arriesgada. Presa confecciona los vestidos a medida y por encargo con el fin de que cada novia tenga un vestido único.
A nivel profesional, Tania explica que ha perdido un año de trabajo a raíz de la COVID-19, ya que todos los eventos se han suspendido por precaución. Pero no solo eso. «Llevaba unos meses trabajando con las novias que se casaban antes de la temporada de verano, y estaba empezando con las que se casaban en temporada alta de bodas. Todas han pospuesto su celebración para el año que viene. Además, tenía programado un desfile el último fin de semana de abril. Si puedo, lo realizaré en octubre de este año». La diseñadora reconoce , a pesar de todo, que este parón le ha venido muy bien. «Estaba desbordada, me costaba mucho encontrar momentos de inspiración para crear mis propias colecciones. He tenido tiempo para descansar, inspirarme y volver a crear». Tania no cree que su forma de trabajo se vea afectada, ya que trabaja de forma individual con las novias. Además, cada chica tiene su propio vestido, nadie más tiene acceso a él, por lo que no podrá ser contaminado.
Si la industria textil cambia, Presa espera que cambien las formas de producción masiva, que se controle la cantidad, calidad y la forma de producción. «Aunque todo esto genere una subida de precios, que así sea, si de esta manera el mundo valora más todo y se reduce ese consumismo abusivo». En cuanto hacia dónde debería dirigirse la moda del mañana, Presa explica que los cambios de diseño deberían ir dirigidos hacia una moda más auténtica, que no venga tan marcada por las tendencias. Y en cuanto a la producción, salir de esa vorágine de producir colecciones tan efímeras. «Que cada mes y medio se lancen nuevas colecciones, me parece una locura que lleva a un consumismo extremo».
María José Orell: «Tres premisas: sostenibilidad, reutilizar y consumir lo necesario»
«Todo sale de mis manos», explica María José Orell, diseñadora de su propia firma Made in Meri. Para esta diseñadora, el confinamiento y la crisis sanitaria ha supuesto un frenazo. «Por suerte, han ido entrando pedidos gracias a la creación de una página web. Renovarse o morir. Emocionalmente ha ido por días. Seguir creando puede que haya sido la salvación a tanto tiempo libre». Según explica María José, se producirá una transformación en las tendencias a raíz de un cambio de mentalidad en los consumidores. «Creo que deberíamos enfocar las nuevas tendencias hacia materiales reciclados y naturales. Aunque, sin duda, la inclinación puede ser la comodidad y la adaptación, prendas que se puedan usar a diario».
A nivel de industria, considera que la moda va a un ritmo vertiginoso, sin pensar en la sostenibilidad ni en el respeto medioambiental. «En comparación con las grandes marcas, las firmas pequeñas como la mía estamos en otra fase. Utilizamos una producción local, con materiales reciclados o reutilizados, restos de stock de grandes marcas. Así trabajo Made in Meri. Por lo tanto, sus cambios tal vez se enfoquen a la venta on line y al mismo ritmo de siempre. «Producción de colecciones a demanda del cliente. La ropa de primavera se cose en esa misma primavera». Sostenibilidad, reutilizar y consumir lo necesario. Hacía estas tres premisas debería dirigirse la moda en adelante para María José Orell.
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