La historia personal de este afrodescendiente de 59 años y oriundo de Louisiana se cuenta desde hace muchos años atrás, ya que en 1982, cuando solo tenía 22, fue arrestado y encarcelado tras una sentencia a cadena perpetua sin libertad condicional por la violación y apuñalamiento de una mujer blanca de 30 años.
Todo ello a pesar de su coartada y de la falta de pruebas contra él, lo que no impidió que tuviera que vivir un infierno durante más de tres décadas.
«Sabía que era inocente, pero siendo un chico negro pobre, no tenía la capacidad económica para luchar contra el estado de Luisiana», indicó Williams en una entrevista previa a su actuación.
Sin embargo, años después de entrar a prisión, la organización Proyecto Inocencia se encargó de su caso y solicitó varias pruebas de ADN para que fueran comparadas y probar su inocencia, como finalmente ocurrió.
De esta forma, el 14 de marzo de 2019 se pudo demostrar su inocencia y una semana después -y 37 años en total- salió de prisión.
Solo un año tardó en apuntarse a las audiciones de America's Got Talent, donde, tras su actuación de Don't Let the Sun Go Down on Me, de Elton John, emocionó y triunfó. Tanto que hasta el mismo cantante original de la canción se deshizo en elogios hacia él. asegurando que le conmovió «hasta las lágrimas».
Williams explicó que, durante su estancia en la cárcel, se dedicaba a cantar para superar las adversidades y conseguir paz. Desde allí veía el talent y soñaba con estar algún día sobre su escenario. Ahora no hará falta echarle más imaginación.
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