Lola Moreno y Joan Bestard, propietaros de la firma que tiene un 90% de clientas gitanas y una red de 30 costureras ‘freelance’. | Pere Bota

TW
7

De hacer vestidos de ensueño para novias gitanas a negociar con gobiernos autonómicos para fabricar monos anticoronavirus. Este es el salto empresarial que está dando la firma mallorquina de Lola Moreno y su marido, Joan Bestard, que se ha visto sacudida por la pandemia.

Ahora mismo, además de acabar a toda prisa los vestidos de novia, están negociando con gobiernos autonómicos de la Península para fabricar material hospitalario, a la espera de la segunda oleada. En su taller de Marratxí se mezclan los tejidos más suntuosos con el polipropileno para hacer monos a prueba de virus.

Trabajadores

Noticias relacionadas

El contraste no puede ser mayor. Lola es la diseñadora y autora de trajes que superan los ocho kilos por vestido, con pedrería cosida a mano durante infinitas horas y capas y capas de tul. El sello de esta diseñadora que empieza a trabajar a las cinco de la mañana y termina de noche. «Cada diseño se hace en exclusiva. Mis novias vienen con una foto o con una idea pero aquí hacemos vestidos únicos», dice Lola Moreno, que tiene novias de toda Balears, pero también de Zaragoza, Sevilla, Valencia e incluso de Francia.

Las novias no escatiman en gastos a la hora de lucirse el día de su boda y utilizan tres looks: el vestido de novia, la bata para el ajuntamiento y el de fiesta. «Todo lleno de cristal, con complementos a juego con el traje», dicen los diseñadores. Las familias de las novias invierten hasta 6.000 euros en estos vestidos que se cosen a mano, piedra a piedra, con dibujos creados para cada mujer. Pero con el coronavirus han aparecido necesidades más acuciantes. «No podía dormir, se nos habían caído las bodas y yo veía tanta necesidad... Y a las tres de la mañana se me ocurrió que podríamos hacer mascarillas y batas para hospitales», dice Bestard.

Desde el primer momento estuvieron coordinados con el Ajuntament de Marratxí para ceder de manera gratuita 5.000 mascarillas a la semana. El siguiente paso fue fabricar batas para el hospital de Inca.

Advierten que quieren dejar atrás los clichés que sufre el colectivo gitano. Lo dice Joan Bestard, licenciado en arquitectura técnica y máster en dirección hotelera: «Dirigía un hotel pero al final la empresa de Lola iba tan disparada que trabajamos los dos». Con Sales&Fit, planean la expansión de la firma en la Comunidad Valenciana y fabrican mascarillas certificadas con el logo personalizado.