1 de 2 | Los hermanos José (centro) y Antonio Vila (derecha) y su primo José Antonio Vila posan frente a su negocio de fotografía, pintura y droguería. | Jaime Moreda
El pequeño comercio vive en una perpetua situación de dificultad desde la proliferación de grandes puntos de venta. A esta situación se le ha añadido la pandemia, pero lejos de venirse abajo, los responsables de los comercios más antiguos y con más solera de Palma se esfuerzan día a día por seguir ofreciendo sus productos a su clientela y a los turistas –pocos– que se acercan a sus locales.
Andrés López Smith, propietario de Ca'n Sion, especializada en artículos de pesca, explica: «Desde que reabrimos el 11 de mayo vimos que la gente tenía ganas de salir y practicar esta afición. Por fortuna, estamos notando poco en el negocio la pandemia, pero también existe preocupación por si alguno de los empleados o yo damos positivo».
Carolina Fuster, copropietaria de la joyería Piña Grau, dice que «la mayoría de nuestra clientela es local, pero también es importante el turista y éste ha aparecido poco. De todas formas, creo que la situación está mejor de lo esperado. Eso sí, la gente es más comedida comprando y llama la atención que pidan permiso para tocar los productos».
Los hermanos José y Antonio Vila y su primo José Antonio regentan Casa Vila. «Estuvimos cerrados siete semanas y cuando abrimos la respuesta de la clientela fue buena. También tenemos artículos de droguería y de pintura, pero nuestro fuerte sigue siendo la fotografía, especialmente los revelados».
Apenas dos semanas estuvo cerrado el Forn de Santo Cristo ubicado junto a la Plaça Major. «Luego abrimos para vender pan y café para llevar. En estas semanas no tenemos ni la mitad de la mitad de la mitad de clientes que otros veranos», enfatiza la encargada, Reme Pérez.
La Industrial, una de las poquísimas jugueterías tradicionales que quedan en Palma, es propiedad de las hermanas Concepción y Neus Aguiló. «Cuando volvimos a abrir vinieron muchos abuelos para comprar un regalo a sus nietos a quienes no habían podido ver en mucho tiempo. También hemos notado un aumento de ventas de juegos de mesa y puzles».
Para Javier Mulet, propietario de la charcutería La Pajarita –su hermano Joan es el dueño de la bombonería– «han sido meses duros, sobre todo al principio. Ahora la situación ha mejorado gracias al cliente local y de toda la vida y a algunos extranjeros residentes. De todas formas, no he apreciado que se vendan otros productos diferentes a los de antes: aquí vienen a por jamón y quesos. En otros productos, como el aceite, sí que se ha notado una bajada muy significativa».
La Amabilidad de Los de Can Vila es Insuperable , y el servicio que dan immejorable y y el Dependiente falta en la Foto , el que se ocupa de la ferretería , pinturas , etc,, Tendrían que ampliar el negocio de ferretería un poco más ,pero ya se que en Cort es complicado .!!!
Ca n Vila, nuestra familia se surtió en esta casa, Pl/Sta Eulalia, de material tanto fotográfico, pinturas d oleo, material artístico, recuerdo a D. Pep, sus hiios Sebastián y creo el otro Antonio, La señora madre, muy elegante, toda la familia despachando con la mas extraordinaria de las atenciones.
Las primeras fotografías reveladas en este casa, años 50, los primeros super8, la gran novedad la foto al momento, Era una, pero era ahora.
Deberían estar "protegidas" estas generaciones para poder seguir con estas formas de hacer comercio, a nivel del consumidor.
Gracias, Sres Vila.
A"rae".-
Confundes emblema con emblemático. El diccionario admite "edificio emblemático", no obstante yo hubiese escrito "tradicional". Ojalá estos negocios, y algún otro, no deberían desaparecer nunca, pero pienso que cuando los actuales propietarios hayan fallecido, no quedará ni uno. Ojalá me equivoque al cien por cien.
Entrar en C'an Vila es encontrarte con personas agradables que te atienden y se esfuerzan en conseguir el producto que necesitas. Mi abuelo paterno ya era cliente de su abuelo Don Pep y llegaron a ser amigos de verdad.
El pequeño comercio, con el propietario despachando, debería salvarse, siempre y cuando los artículos sean "especiales"; porque si venden lo mismo que en grandes superficies, no pueden competir. La originalidad debe de ser su fuerte. Para mí, algunos de los mencionados lo son, otros solamente tienen el nombre como "antiguo".
nunca jamas ire a un comercio de estos, las pocas veces que he entrado malas caras, como si fueras un delicuente si no compras y parecen que te van a perdonar la vida, nunca mais ire
¿y qué tiene de emblemático el Sto. Cristo de la plaza Major? hace 2 o 3 años que está abierto. Forma parte de una empresa que fabrica en una nave industrializada. Sus productos no tienen nada de artesanos. Todo es congelado y prefabricado. Como sus tiendas de centros comerciales y los bollos que vende en el aeropuerto usando la palabra "ensaïmada", prostituyendo nuestro postre más típico. La que sale en la foto es una dependienta más de las ciento que tiene. Ni si quiera es una que lleve años en la empresa.
Todos los demás negocios que salen sí son dignos de mención.
14 comentarios
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La Amabilidad de Los de Can Vila es Insuperable , y el servicio que dan immejorable y y el Dependiente falta en la Foto , el que se ocupa de la ferretería , pinturas , etc,, Tendrían que ampliar el negocio de ferretería un poco más ,pero ya se que en Cort es complicado .!!!
Ca n Vila, nuestra familia se surtió en esta casa, Pl/Sta Eulalia, de material tanto fotográfico, pinturas d oleo, material artístico, recuerdo a D. Pep, sus hiios Sebastián y creo el otro Antonio, La señora madre, muy elegante, toda la familia despachando con la mas extraordinaria de las atenciones. Las primeras fotografías reveladas en este casa, años 50, los primeros super8, la gran novedad la foto al momento, Era una, pero era ahora. Deberían estar "protegidas" estas generaciones para poder seguir con estas formas de hacer comercio, a nivel del consumidor. Gracias, Sres Vila.
A"rae".- Confundes emblema con emblemático. El diccionario admite "edificio emblemático", no obstante yo hubiese escrito "tradicional". Ojalá estos negocios, y algún otro, no deberían desaparecer nunca, pero pienso que cuando los actuales propietarios hayan fallecido, no quedará ni uno. Ojalá me equivoque al cien por cien.
Afedeco y Pimeco no hacen absolutamente nada por ellos, solo les interesa cobrar sus cuotas, una pena
Entrar en C'an Vila es encontrarte con personas agradables que te atienden y se esfuerzan en conseguir el producto que necesitas. Mi abuelo paterno ya era cliente de su abuelo Don Pep y llegaron a ser amigos de verdad.
El pequeño comercio, con el propietario despachando, debería salvarse, siempre y cuando los artículos sean "especiales"; porque si venden lo mismo que en grandes superficies, no pueden competir. La originalidad debe de ser su fuerte. Para mí, algunos de los mencionados lo son, otros solamente tienen el nombre como "antiguo".
No todo el mundo se puede permitir comprar ahí. Pero es de nostalgico valor y seguro que se lo han currado y mantenido. En hora buena.
Se merecen un homenaje. Ellos son la diferencia en el comercio de Palma frente a las franquicias que hacen que todas las ciudades sean iguales.
nunca jamas ire a un comercio de estos, las pocas veces que he entrado malas caras, como si fueras un delicuente si no compras y parecen que te van a perdonar la vida, nunca mais ire
¿y qué tiene de emblemático el Sto. Cristo de la plaza Major? hace 2 o 3 años que está abierto. Forma parte de una empresa que fabrica en una nave industrializada. Sus productos no tienen nada de artesanos. Todo es congelado y prefabricado. Como sus tiendas de centros comerciales y los bollos que vende en el aeropuerto usando la palabra "ensaïmada", prostituyendo nuestro postre más típico. La que sale en la foto es una dependienta más de las ciento que tiene. Ni si quiera es una que lleve años en la empresa. Todos los demás negocios que salen sí son dignos de mención.