La actriz y cantante mallorquina Angy viajó junto a ‘Noel’ y ‘Elvis’. | Instagram

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«Fue la primera vez que viajamos este año. Mis perros, Noel y Elvis, ya tienen 10 y 9 años respectivamente, y no sabía cómo iban a estar tantas horas metidos en el barco (Palma-Valencia). Estuvimos en el camarote; al principio, un poco nerviosos, pero luego durmieron muy a gusto en las dos camitas individuales. No se marearon ni hicieron ningún destrozo. Les llevé a hacer pipí a una zona que hay pequeñita con un césped y un poste para que puedan hacerlo (el espacio podía ser un poco mayor y estar un poco más alejado de las mesas). Eso sí que les costaba más, pero lo consiguieron. En definitiva, que espero repetir. Lo mejor para que los dueños estén tranquilos es usar el camarote (dormir, dar un paseo por cubierta en algún momento dado...). Me alegro que se pueda hacer y ojalá nos lo pusieran más fácil en más sitios».

Así lo afirma Angy, cantante y actriz mallorquina, y pasajera de un trayecto con Baleària que hizo con sus perros. La naviera ya cuenta con 10 buques y más de 80 camarotes donde los pasajeros pueden viajar con sus mascotas. Baleària ha ampliado este servicio a todos los ferries con esta acomodación que conectan la Península con Balears y Canarias. Los camarotes ‘pet friendly’ tienen las mismas características que un camarote normal, pero cuentan con un suelo vinílico para facilitar su limpieza e higiene. Además, se incluye un bebedero y un empapador.

Un gran cambio

La experiencia de Paula Llull ha sido igual de satisfactoria. «Vivo en Barcelona y mi familia es de Mallorca. Este verano, por primera vez, mi peludito ha podido pasar la noche durmiendo calentito conmigo en la cama del camarote en lugar de encerrado en una jaula en la cubierta del barco. La verdad es que la noticia de que los camarotes con mascota ya eran una realidad nos cambió totalmente la experiencia de viajar por mar con Frit. Además, todo el personal de Baleària fue muy atento y agradable con el perro. Hay solo dos cosas que creo que se podrían mejorar para que fuera una experiencia perfecta. La primera, los espacios donde puedes pasear y estar junto a tu mascota. En algunos barcos, como el Abel Matutes, no estaba permitido estar con ellos fuera del camarote. En otros, como el Rosalind Franklin, tenían un espacio muy pequeño en cubierta para sus necesidades, y ya está. Creo que deberíamos tener libre circulación en el buque, siempre que respetemos a los demás pasajeros. Por otro lado, creo que los precios de los camarotes en general son muy elevados y, por ello, no puedo viajar en estas condiciones más a menudo. Aun así, doy un 10 a Baleària por tener esta iniciativa. Me parece un gran avance en el mensaje que se está dando al mundo: nuestras mascotas son nuestra familia, y queremos que se las trate como tal».

Bowie y Mora viajaron juntos, perro y gata, los dos de Gigi. «Superbien. Todo fue muy fácil y cómodo. Era la primera vez que viajaba con ellos. Mi perro es adoptado y le da un poco de ansiedad separarse de mí. Así que todo muy bien», señala. Sandra cogió un camarote para viajar desde Valencia hasta Palma. «Vivo en Madrid, pero mi hermana y mi madre viven aquí. No quería que Reina viajara en una jaula. Estoy muy contenta. No mejoraría nada. El trayecto se realiza en nueve horas, un poco largo, pero vas con tu perro y es lo importante», afirma.

María, con su perro ‘Gaspar’ en el camarote.