Encender la calefacción supone un gasto extra que se incrementa por las subidas en la factura de la luz.

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Cuando llegan los meses de otoño e invierno, las bajas temperaturas hacen que sea imprescindible encender la calefacción, un gasto extra que, además, se incrementa debido a las subidas en la factura de la luz.

Para poder encender la calefacción, mantener una temperatura adecuada y agradable en el hogar y no llevarse un susto con la factura, se pueden seguir una serie de trucos y recomendaciones en el hogar.

En primer lugar, igual de importante es tener un buen sistema de calefacción, como poseer un método efectivo para que no entre el frío del exterior. Es decir, de nada sirve tener la calefacción alta si por las ventanas se cuela el frío. Así, hay que sellar bien las rendijas para que no entre el frío.

Por otro lado, no hay que excederse subiendo los grados en el termostato, además de que siempre hay que dejarlo apagado cuando no se está en casa. Por su parte, los radiadores nunca deben cubrirse con ropa u otros objetos. Si se quiere secar la ropa, basta con poner el tendedero cerca del radiador, sin cubrirlo con las prendas.

Un truco muy conocido para aumentar la eficacia de los radiadores es el del papel de aluminio. Basta con colocar una capa de papel de aluminio detrás de los radiadores, entre el radiador y la pared, de tal forma que el aire caliente no se pierda a través de las paredes. Gracias al efecto reflectante del aluminio, el aire caliente se retiene en el interior durante más tiempo, aumentando la eficacia.