Le pido que me recomiende un libro. «Acabo de leer Los pacientes del doctor García, de Almudena Grandes. Me ha gustado mucho. Habla sobre la Guerra Civil y la emigración. También he leído hace poco Patria, de Aramburu, y he visto los dos primeros capítulos que pusieron en Tele5. Las películas nunca son iguales a una novela, pero no se pueden llevar todas las partes de un libro a la pantalla».
Tiene 95 años. Se llama Yolanda Lagomarsino, doña Yolanda, toda una señora, viuda de Guillermo Candia y madre de Patricio, periodistas vinculados al Grup Serra durante años. Su edad es solo un número: su interés por la vida y por vivir siguen intactos, con un pasado vinculado a Chile (su salida del país con la llegada de Pinochet) y un presente en Mallorca, donde vive desde hace más de 40 años.
Hace unas semanas descubrió algo que le impresionó profundamente: podía sacar libros de una biblioteca... y sin pagar. Terminados de leer todos los que tenía en casa (en dos armarios, en cajas…), su nieta Marisa le descubrió otra forma de tener un libro entre manos. Acudió con ella a la biblioteca de Es Molinar y sacó los dos primeros.
Todas
Ayer nos citamos en la Biblioteca de Cultura Artesana. Le dio el bastón a su nieta mientras recorría uno de los pasillos. «El último que estoy leyendo es Sapiens (de Yuval Noah Harari), un ensayo. También he terminado Un lugar llamado nada (de Amy Tan). Me gusta todo tipo de lectura porque todas aportan algo. Leo a veces un rato mientras tomo el café del desayuno (en lugar de ver la tele). También, después de comer y por la noche, aunque veo la televisión un rato porque me acuesto tarde», afirma.
Tiene móvil y tablet, donde lee cada mañana los periódicos. «Pero los libros, no. Me gusta el papel», añade. Ha leído casi todos los de Isabel Allende, tiene casi toda la colección de Vargas Llosa («conservo libros de cuando era estudiante» ) y de Gabriel García Márquez, entre otros autores. Tampoco dice ‘no' a la ciencia ficción y afirma que hace tiempo se leyó la trilogía de Milleniun. «Me ha gustado siempre leer, pero ahora no se pueden comprar todos los libros que uno quiere. A los ocho años ya leía una revista infantil que salía cada sábado. Más adelante, me puse con los grandes autores en la biblioteca del Liceo».
Doña Yolanda, sonriente, alegre, vital y presumida, se llevaría todos los libros a casa. Por el momento, su carné de la biblioteca caduca en el año 2030.
2 comentarios
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Quan sigui major vull ser com ella!
Buena noticia, ya que en España suele estar de moda -ya no parecer inculto- sino serlo. Y la gente que lee en nuestro país se puede contar con los dedos de una malo. Y eso se nota, y mucho.