La cuenta atrás está a punto de comenzar. La Navidad está a la vuelta de la esquina y todos los niños están pendientes de los días que quedan para que Papa Noel les traiga esos ansiados regalos que tanto tiempo llevan deseando. Aunque este año las fiestas vayan a ser algo diferentes, hay muchas opciones para darles un toque especial. Un ejemplo de ello es crear un calendario de Adviento casero para llenar de sorpresa, misterio y alegría el hogar.
El origen de esta práctica se remonta a la Alemania del siglo XIX, cuando los niños protestantes encendían una vela desde finales de noviembre o principios de diciembre hasta Nochebuena. La tradición se popularizó por todo el mundo con ciertos cambios, y es que hoy en día pueden encontrarse calendarios con bombones, caramelos, juguetes… La idea central es que cada día, pequeños y mayores tengan una pequeña sorpresa desde el primero de diciembre hasta Navidad.
A la hora de crear un calendario de Adviento, se deben tener en cuenta dos grandes factores:
En primer lugar, hay que pensar en los 24 detalles que estarán ocultos y que se irán descubriendo día a día. Para ello, hay que pensar quién o quiénes son los destinatarios de este original regalo y hacer una lista de qué podría gustarles. Una chocolatina, un juego de lógica, una entrada de cine, un vale para jugar a algo en familia, un libro, un muñeco pequeño, una bolsa de té especial, una pulsera...
Puede ser un calendario totalmente aleatorio o temático. Por ejemplo, si es para una persona fanática de Harry Potter, todos los regalos podrían ir en torno a ese tema. Un muñeco cabezón de la lechuza en miniatura o un llavero con el símbolo de las reliquias podrían ser grandes opciones.
Además, no tiene por qué ser todo comprado, pueden ser cosas caseras hechas por uno mismo. Siguiendo con el caso del amante del universo Potter, se podría hacer un marcapáginas con motivos de la casa favorita de la persona a la que vaya destinado el calendario o una varita hecha a mano con un palillo chino y algunos elementos decorativos.
Una vez se tengan claros los elementos que vamos a meter en el interior, toca hacer los envoltorios que, por supuesto, deberán ser distintos según el tamaño y forma de lo que se vaya a regalar.
Bolsitas de fieltro colgadas en una cuerda de tender con pinzas, sobres de colores, cajitas de cartón, tubos de papel higiénico doblados, latas colocadas formando un árbol navideño, vasitos de cartón, moldes para magdalenas con una tapa de goma eva, cucuruchos de papel… ¡Las posibilidades son infinitas!
Sea como fuere, habrá que numerar los 24 elementos para que cada día, el afortunado abra el que corresponda. Asimismo, y par que quede lo más bonito posible, se decorarán los paquetes, ya sea con motivos navideños, haciendo alusión a la temática del calendario o simplemente dándole un poco de color al regalo
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