La actriz, que se prepara para dar las Campanadas en La 1 junto a Anne Igartiburu, ha publicado una serie de imágenes en las que posa con su hijo, pues, asegura, «desde pequeñito» le encantaba la Navidad.
Acompañando el texto con el habitual hashtag "#Alessforever", la bióloga no ha ocultado su dolor: «Me has regalado las 27 Navidades más felices de mi vida. Con papá mirabas al cielo a ver si llegaba papá Noel mientras yo escondía los regalos debajo del Pino».
«Ahora me toca a mi mirar al cielo para ver la estrella que más brilla y sentir tu luz que me da fuerzas para vivir esta Navidad que ya no es Navidad y que ya nunca lo será sin ti», rezan las últimas líneas.
La pasada semana, la presentadora recordó a su hijo, fruto de su pasada relación con Alessandro Lequio (quien también suele dedicarle algunos posts en Instagram), al cumplirse siete meses de su fallecimiento a causa de un cáncer.
«Siete meses sin ti. Siete meses sin mi hijo. Siete meses sin vivir. Brillaste en esta vida y ahora en la eternidad. Te quiero desde siempre y para siempre. Hoy no puedo decir mas... A veces la simplicidad es la gloria de la expresión», apuntó Obregón, quien, apoyada de los suyos, retoma poco a poco la vida pública.
4 comentarios
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La única madre n el mundo que a perdido su hijo su pasado, presente y futuro esta única y exclusivamente en generar noticias unas veces verdaderas otras como Anita la fantástica
Claro que esta mujer tiene dolor, solo faltaría. Como cientos de madres, por desgracia. Pero esta señora y el sr. conde, están todos los días dando la tabarra en los papeles. Otras personas que han perdido a un ser querido tienen, por lo menos, la dignidad de llevar la pena en sus adentros y no de cara a la galería. Ja esta bien.
Qué poca sensibilidad, por el amor de dios. Que dios no quiera que tengas una pena tan grande, y te libre de ese sufrimiento. Ni puedo imaginarme el dolor que tenga esa mujer y cualquier padre que tenga que vivir con ese sentimiento. Se merecen toda la compasión del mundo entero. Que rabia me ha dado tu comentario tan bruta
Para cuando uno deja de ser niño, la Navidad deja de serlo o por lo menos, en el grado que lo era. Así es la vida, a todos nos pesan las ausencias y las pérdidas Anita. Pero continuamos como podemos y no le pedimos compasión "al público" ni explicaciones al maestro armero.