Hall estaba al frente de la corporación pública británica cuando el periodista Martin Bashir logró la explosiva exclusiva televisiva con Lady Di para el programa Panorama, en la que la princesa reveló por primera vez las infidelidades de su esposo, Carlos de Inglaterra, de quien estaba separada, pero no divorciada.
El directivo fue duramente criticado en un informe divulgado este jueves, fruto de una investigación independiente acerca de cómo pudo el citado reportero -que dejó la BBC la pasada semana alegando motivos de salud- acceder a la princesa y hacer que revelara tantas intimidades.
«Hoy he dimitido como presidente de la National Gallery. Siempre he tenido un fuerte sentido de servicio público y está claro que mi continuidad en el puesto sería una distracción para una institución que me importa profundamente», explicó Hall en un comunicado.
El directivo vuelve a mostrar en esa nota su pesar por lo ocurrido entonces: «Como he dicho hace dos días, siento muchísimo los eventos de hace 25 años y creo que el liderazgo conlleva asumir responsabilidad».
La exhaustiva investigación, llevada a cabo por el exjuez John Dyson, establece que Bashir empleó tácticas «deshonestas» y «engañosas», como la falsificación de documentos, para ganarse la confianza del hermano de Diana, Charles Spencer, y persuadirle para que esta hablara públicamente.
El documento de 127 páginas considera que la BBC incurrió en «múltiples» y «graves fallos» de gestión y que la corporación no cumplió con los «altos estándares de integridad y transparencia» a la hora de gestionar la entrevista.
Además, el informe señala que la primera pesquisa sobre el asunto realizada por la BBC -cuando Hall estaba al frente- en 1996 fue «tristemente ineficaz».
Por otro lado, según la cadena de televisión Sky News, el hermano de Diana, Charles Spencer, ha escrito a la Policía Metropolitana de Londres para que vuelva a estudiar las circunstancias en las que se fraguó el encuentro con su hermana.
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Pero los tiempos de Lady Di ya son casi tiempos medievales.