Ahora que ya han pasado unos meses, ¿cómo recuerda su experiencia en Eurovisión?
– Me siento orgulloso de haber representado a mi país porque había soñado mucho con ello. Además, fue un Eurovisión muy atípico porque estábamos en una burbuja y no podíamos salir ni hacer nada salvo cantar. Este año ha sido el año más difícil de mi carrera a la vez que el año más especial desde el punto de vista profesional.
Me imagino que se refiere al fallecimiento de su padre y su abuela.
– Sí, primero falleció mi padre con 49 años de un cáncer de colon y después mi abuela, que ha sido la persona más importante de mi vida y con la que me he criado. No era mi abuela, era mi madre. Me siento muy orgulloso de haber podido cantar en estas situaciones tan difíciles.
¿Sufría en el escenario?
– Mucho. Cantaba y desaparecía. Ahora es cuando me estoy desgarrando en el escenario, pero no lo pude hacer hasta que acabó todo lo de Eurovisión. Una vez que pasó y comencé a actuar en directo me quité toda esa presión que llevaba dentro y la he soltado.
Lástima el resultado de Eurovisión.
– Sí, no sé por qué España no está teniendo buenos resultados en los últimos años en este certamen. Lo hemos probado con canciones más melódicas, más movidas, escenografías más elaboradas y otras más minimalistas, y no damos con la tecla.
Con lo bien que se le dan a usted los concursos.
– Ja, ja, ja. Sí, pero no tiene nada que ver Tu cara me suena con Eurovisión. (Cantó fue el ganador del programa en 2017).
¿Nunca hizo el cásting para entrar en Operación Triunfo?
– No, porque en los años en los que me hubiera podido presentar, yo ya estaba inmerso en el grupo Auryn.
Por cierto, ¿qué recuerdos guarda de ese grupo?
– Pues muy buenos porque, por ejemplo, el primer disco que grabamos fue en Mallorca, en el estudio de Daniel Ambrojo, cerca de Palmanova.
Por cierto, ¿por qué ha venido a Mallorca?
– Sobre todo a una boda de un amigo, que se casó en Manacor, pero tengo una gran relación con la Isla. De hecho, cuando digo que Mallorca es mi isla favorita, siendo la mitad de mi familia de Canarias, me causa algún que otro disgusto (risas). Hace muchos años que hice en la Península unos amigos de Mallorca y he venido en infinidad de ocasiones y en todas las estaciones. También recuerdo haber acudido a una gala benéfica en la discoteca Abraxas. Lo cierto es que cuando empiezas en este mundo te invitan a muchas de estas galas, pero muchas veces no tienes muy claro a beneficio de quién son.
Hábleme de ‘Americana'.
– Fue un proyecto que me mandaron al inicio de mi aventura de Eurovisión y por diversas circunstancias se paralizó hasta ahora. Pero creo en eso de que las cosas pasan cuando tienen que suceder y ahora lo ha hecho en el momento oportuno. Este single me ha hecho volver a sonreír y me ha salvado la vida. Me ha sacado del momento duro que estaba viviendo.
¿Qué queda de ese Blas que quedó segundo en Eurojunior por detrás de María Isabel?
–Mucho, porque no creo que haya cambiado tanto con el tiempo. Sigo tratando de conservar la ilusión y aunque siempre ha habido polémica sobre si los niños a esas edades deben formar parte del mundo del espectáculo, yo recuerdo mi infancia muy feliz porque hacía lo que más me gustaba y sin la sensación de haberme perdido algo en la vida.
¿Qué artista con los que ha colaborado le ha impresionado más?
–Raphael. Estaba con él y me preguntaba a mí mismo. ¿Realmente me lo merezco? Me encanta compartir estudio y escenario con otros artistas porque al final compartir es enriquecedor y es lo que nos llevaremos. Me encantaría colaborar con Laura Pausini. Es una de mis metas a corto plazo.
Mallorca en el corazón de Blas
Blas Cantó conoce muy bien la Isla, pero donde ha pasado más tiempo ha sido en s'Illot, donde ha vivido algunas experiencias personales que le han marcado. «Algunas de esas experiencias no fueron positivas, pero con el tiempo todas las recuerdas con cariño».
2 comentarios
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Pues si que te la valoras poco.
no se quien es este tío,,,,pero de aqui a un año nadie sabrá de él,,,