La joven Carolina Galvis trabaja para sacar en un futuro su propia firma.

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Desde niña siempre había visto a su madre coser y junto a ella hacía los vestidos de sus muñecas. Carolina Galvis   (Santa Cruz, Bolivia, 1991) es la ganadora regional    de la III Mallorca Design Day, con su colección OLK. Con 18 años, Carolina Galvis viajó desde su tierra natal a Mallorca, donde estudió Gestión de Alojamiento Turístico y comenzó a trabajar en el sector de la restauración. En 2018 decidió combinar su trabajo con los estudios de Diseño de Moda en la Escuela de Diseño e Informática de Balears (EDIB). Desde hace tres meses vive en Alemania.

¿Qué ha significado ganar el premio balear de la Mallorca Design Day?
– Muchos pueden haber visto que es un premio en metálico y que siempre viene bien a cualquiera. Para mí, más allá de lo económico, el premio ha traído consigo una cajita repleta de positivismo, confianza en mí misma, superación, y de saber que todo esfuerzo tarde o temprano tiene su recompensa.

¿En qué va a invertir o destinar el dinero del premio?
– Ahora que he empezado una nueva vida en otro país, donde el idioma no es el mismo, para aprender más rápido debo invertir en el idioma, usaré parte del premio en seguir con mis clases de alemán; también me gustaría invertir un poco de ello en comprar material para poder continuar diseñando y crear piezas únicas que formen parte de la que algún día me gustaría que fuera mi marca personal.

¿Ha necesitado pedir dinero prestado para realizar la colección o acabar alguna prenda?
– Sí, el último año de carrera tuve que pedir un pequeño préstamo familiar porque, como muchos en el país que nos hemos visto afectados por la pandemia, pasé de trabajar a entrar un ERTE y ser parte del gran grupo a la espera de los pagos del SEPE.

¿Cómo surgió su propuesta?
– Empezó como proyecto final de carrera, con lo cual todo lo que es la inspiración, búsqueda de tejidos, colores, formas, texturas y demás, empezó quizás en febrero, y a partir de ahí llevé a cabo una pequeña muestra de lo que quería que fuese el bordado característico de la colección. Salí de mi zona de confort con tonos tan llamativos como el amarillo, naranja y fucsia, y mi primer look, de los cinco que hice, fue una falda maxi y un top con mangas abullonadas. Tras ser elegida entre las finalistas del concurso me tuve que poner manos a la obra otra vez y confeccionar tres looks extra para la gran final, esta vez desde Alemania. En cuanto a precios, al principio apuntaba todo y a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de que, si seguía apuntando los gastos, me daría un bajón, porque no es barato crear una colección. Sin embargo, fue de mucha ayuda utilizar lana, tejidos, hilos reciclados que me fueron regalando profesoras y amigos.

La modelo Cristina Clipa junto a la creadora Carolina Galvis. Foto: Villegas

¿Vestir con diseños de moda sostenible resulta caro?
– Detrás de una moda sostenible hay mucho trabajo, no es simplemente mandar a coser cien piezas de una prenda en países subdesarrollados donde la mano de obra por desgracia es barata y está mal pagada. Crear moda sostenible requiere de mucha investigación a la hora de elegir los materiales que se van a usar para confeccionar una prenda o accesorio, elegir los proveedores adecuados y quienes trabajen y lleven a cabo esos materiales, siguiendo unos valores y principios. Por lo tanto, sí, vestir con diseños de moda sostenible tiene un precio elevado por todo el proceso que conlleva y que hay detrás de cada pieza. Sin embargo, es un valor que hoy en día la sociedad aprecia más y sabe que    la calidad de prendas es excelente, prendas que no pasan de moda, que perduran en el tiempo, pero, sobre todo, está en contra de la conocida como fast fashion, que tanto daño hace al medio ambiente.

¿Solo hace moda para mujeres?
– Encuentro un poco complejo el patronaje de hombres, aún así tengo la mente abierta y estoy dispuesta a aprender para, en el futuro, crear algo para ellos.

¿En que momento del día o de la noche le gusta más crear?
– Soy una persona madrugadora y que planea su día a día con una semana de antelación. Disfruto cosiendo por las mañanas y las tardes por que no hay mejor luz que la natural.

En Alemania, ¿trabaja o estudia?
– Estoy en Dresde para vivir junto a mi novio, a quien conocí en Mallorca. Él ha finalizado la carrera de periodismo y trabaja en un periódico local. De momento estoy aprendiendo para perfeccionar mi alemán y en unas semanas empezaré a trabajar en la firma de prêt à porter de la diseñadora alemana Dorothee Schumacher, ocupando el puesto de sales associate  (asociada de ventas).

¿Cuál es la línea de ropa que piensa crear en el futuro?
– Apuesto por un línea clásica, limpia, minimalista y de calidad. Que sirva para varios años y combinable con otras prendas.

¿A qué famosa le gustaría vestir?
– La serie de televisión Gossip Girl me despertó un poquito más el amor por la moda y confección al ver cómo las protagonistas vestían de forma impoluta. Mi fascinación está en el exquisito gusto de la actriz Blake Lively, quien además de modelo es empresaria y diseñadora de moda. Me gusta la mujer empoderada, femenina, sexy y siempre elegante.