Gori Mayol y Santi Taura en su intervención. | Pere Bergas

TW
0

La bella finca de Biniorella, en Camp de Mar, acogió este domingo la experiencia gastronómica de Vora Mar amb Rosa Blanca. El chef con Estrella Michelin Santi Taura fue el encargado de confeccionar un completo menú, maridado con la Hoppy Lager de Rosa Blanca, a partir del pescado fresco y de temporada del pescador del Port de Sóller Gori Mayol. «El objetivo es dar a conocer la labor de los pescadores tradicionales, que siguen una línea de trabajo sostenible. Se pone en valor la pesca tradicional y el producto de primera calidad que sacan del mar, de temporada, y que podemos encontrar en nuestros mercados», afirmó Taura.

Tradición experimental

Un centenar de comensales asistieron al evento. Sobre las 13.30 horas fueron recibidos en la finca, donde los camareros sirvieron agua y limonada y repartieron sombreros y abanicos entre los asistentes. Poco después accedieron a la zona ajardinada, donde se celebró la comida bajo un carpa blanca y con un fondo de verdes tonos que invitaba al descanso y el disfrute.

Tras una breve intervención de Taura y Mayol, en la que explicaron la elaboración de cada plato y la razón de ser de la experiencia gastronómica, los comensales comenzaron a recibir sus platos. Para empezar, se degustaron cuatro elaboradas tapas; la popular receta mallorquina de llampuga amb pebres; una panada de peix roquer, sin manteca de cerdo siguiendo la tradición judía y con paredes muy finas, a la manera de las casas ricas; un escabetxo de sirviola a dos cocciones, la tradicional y en sal gruesa, que le otorgaba una textura similar al salmón ahumado; y, finalmente, sípia amb sobrassada i bolets.

A las tapas, con las que algunos ya estaban saciados, les siguió el plato principal, un arròs melós de bullit de peix. Para acabar, acompañado por la voz y las notas de guitarra de la artista felanitxera Maria Hein, los asistentes disfrutaron de un postre bautizado como Berenar davall una figuera, una explosión de sabor. Nada de chocolates, Vora Mar amb Rosa Blanca fue el verdadero placer adulto.