Tommy Forni regenta el Limoncello y dedica parte de su tiempo libre a mejorar la vida de las personas
Forni posa con su creación en el agroturismo de su amigo Jaume Mas, la primera persona con la que coincidió en Mallorca hace casi veinte años. | M. À. Cañellas
Tommy Forni vive en Mallorca desde el año 2003. Algunos lo conocerán por el Limoncello, su popular restaurante de sa Cabaneta (Marratxí). Otros pocos lo habrán tratado por su colaboración regular con Zaqueo, una de las entidades sociales que atienden con un plato de comida cada día a las personas en apuros en Palma. Ahora este emprendedor pone en marcha un nuevo proyecto, un food truck solidario con el que hace accesible su arte culinario a todo el mundo, como hará el próximo 20 de noviembre en una velada especial en el celler de Son Prim (Sencelles).
El objetivo es, mediante un donativo, facilitar la educación y mejorar la vida de niños y niñas en los barrios más pobres del mundo.
Lo benéfico no es una finalidad en sí misma, también es un medio para alcanzar la felicidad de quien pone a disposición de los demás parte de su tiempo libre. Esta es su filosofía y lo hace, dice, para echar una mano en clave local y también global con lo que puede y como forma de autoayuda.
«Necesitaba salir, respirar. Han sido años muy intensos, me he dejado la piel durante quince años para sacar adelante mi negocio. Ahora que funciona bien sin mí me he decidido a ampliar horizontes», explica.
Al menos una vez al mes, salvo en necesidades puntuales que pueden ser más, Forni cocina para Zaqueo. «Con amor y productos buenos y sencillos se pueden hacer cosas increíbles». Un plato principal, puede que una tortilla con pimientos, algo de pasta y un postre, siempre con un toque propio y de calidad, a partir de productos locales y de proximidad que le facilitan sus proveedores habituales.
Le gusta ver la expresión en los ojos de los usuarios cuando degustan un bocado creado por él. «¿Qué me llevó a contribuir a Zaqueo? Una vez encontré a un amigo en su cola. Yo no tengo familia en la Isla, no tengo hijos y es una forma de llenar un poco mi espíritu. Me gusta aportar algo hecho con el corazón».
A pesar de su marcado acento transalpino y su especialidad culinaria su genética es un crisol mediterráneo y centro europeo. Sin embargo, al charlar con él, los valores que transmite son universales y gran parte de la persona que es hoy se lo debe a una mujer. También a la educación que le dieron sus padres y a los amigos mallorquines que desde el primer momento le dieron a conocer «la Mallorca de verdad», como el empresario Jaume Mas, la primera persona con la que el destino lo cruzó en nuestra tierra.
Pero el nombre de la persona que le cambió la vida es Serena Bufalino. En la organización solidaria que ha creado y encabeza, Help Heal Humanity, la definen como «una fuerza de la naturaleza». Fue ella quien, al conocer al restaurador, le cambió los horizontes, y desde entonces está comprometido con esta organización.
Al menos una vez al año realiza una fiesta a la que invita a todos sus amigos y personas en general que quieran colaborar con un cantidad económica simbólica. Esa recaudación va íntegra para Help Heal Humanity, que entre otros proyectos mantiene estructuras educativas en Canaan y Cite Soleil, dos de los suburbios más peligrosos de Port-au-Prince (Haití), donde se propone construir una escuela para «salvar vidas de la calle».
«Ahora mismo atendemos a 150 menores con un coste de manutención de 500 euros al año por persona. Hace meses hubo un terremoto que puso todo Haití patas arriba y nadie lo sabe. Hace años se enviaron ayudas millonarias al país pero eso no llega a la gente, se queda por el camino», explica el cocinero, refiriéndose a las mafias que operan con toda impunidad en el país caribeño, donde recientemente el presidente fue asesinado en su residencia. «Este año ya han secuestrado a un colaborador de la organización dos veces», precisa.
El año pasado llegó a cruzar la serra de Tramuntana en tres días con más colaboradores para recaudar fondos para la organización. Siempre está pensando nuevas fórmulas para ayudar a través de la cocina, y con Bufalino ha ideado en los últimos meses el concepto del food truck, que ya ha puesto en práctica en un par de ocasiones, entre ellas en el Col·legi Sant Josep Obrer de Palma, dando de comer a cientos de personas que han quedado más que satisfechas.
Ha sido mucho tiempo reformando de forma artesanal el cajón de un remolque destartalado para instalar en su interior una cocina profesional y todo lo necesario para dar de comer a una muchedumbre. Toda la inversión y la ilusión habrán valido la pena en la medida que pueda seguir ayudando. Y es que todo el mundo puede contactarlo para cualquier evento; la única condición es destinar un mínimo de un diez por ciento del coste a beneficencia.
Así fue como surgió la opción de celebrar en las citadas bodegas de Sencelles un evento al que pueden acudir todos los interesados, previo donativo a la organización humanitaria. La velada, prevista a partir de las 17.00 horas y hasta las 22.00, contará con un maestro de ceremonias de excepción, otro amigo del pizzero comprometido, el humorista Julio a Secas. La Orquestra de Cambra de Mallorca pondrá el ingrediente musical.
Con el monologuista mantiene una relación personal cercana desde hace años e incluso compartieron piso durante un tiempo. En el caso concreto de Julio a Secas las experiencias vitales le llevaron ya en el pasado a colaborar mediante el voluntariado en alguna organización solidaria.
«Es lo correcto, es lo que debemos hacer, ayudarnos entre todos con lo que tenemos, nuestro tiempo y nuestro talento. Poco a poco conseguiremos reeducar a la gente, que muchas veces prima un sentido egoísta de las cosas. Es lógico querer vivir dignamente, pero vale la pena plantearse otra forma de hacer las cosas», destaca el humorista.
El apunte
Solidaridad en carretera
Para rizar el rizo, Forni comenta que ultima un proyecto muy ambicioso, que pondrá en marcha previsiblemente este próximo invierno. Se trata de meter el food truck en un barco, llevarlo a la Península, y recorrer de este modo capitales de todo el país dando de comer de forma altruista a personas en circunstancias difíciles.
Para ello el propietario de Limoncello ya ha diseñado la ruta y está en contacto, a través de Zaqueo, con otros agentes que llevan a cabo tareas similares en aquellas ubicaciones, para facilitar los permisos y asegurar el éxito de la aventura. Esta vez también contará con el humor de Julio a Secas, su amigo y fiel compañero. Les seguiremos la pista.
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