Figuras detrás de un olivo

Pareidòlies de Tramuntana es el resultado de numerosas excursiones por los olivares de Mallorca, casi todas en compañía de Marinella Katsillieri y Manuelle Paprocki, de la Fundación Cultural Rutas del Olivo, con sede en Kalamata (Grecia), que en su visita a Mallorca transmitieron a Pipkin el amor y respeto que le tienen en esta región del Peloponeso a este árbol curvo. «Estas fotos son curiosas porque en una situación que una persona vea una nube otra verá un caballo, la pareidolia hace que nos imaginemos algo donde no lo hay», subraya Pipkin, en alusión a las más de veinte fotografías –tomadas entre Selva, Caimari, Sóller, Pollença, Deià y la zona de Valldemossa y Estellencs– que conforman su exposición, en las que el olivo es el protagonista indiscutible. «No son fotos abstractas, pero les doy un encuadre para mostrar al público lo que yo estoy viendo».

El fotoperiodista recalca la importancia de ofrecer barra libre a la imaginación y mirar los retratos con la mente abierta «dejando que el ojo humano invente». A su vez, esta colección, que ya exhibió en Grecia en el mes de agosto, cuando fue invitado por la Fundación Cultural Rutas del Olivo, recupera otra faceta de las oliveras de Tramuntana: el arte de la naturaleza. «Ver cosas diferentes cada día, ahí está la riqueza de la naturaleza», recalca Pipkin, que anima a disfrutar de la exposición puesto que «interpretar formas humanas o animales a partir de troncos y ramas es una habilidad imaginativa al alcance de todos».

La colaboración entre el artista y la fundación griega ha culminado con el nombramiento del Ajuntament de Selva como miembro de las Rutas Culturales del Consejo de Europa, una distinción que afianza el vínculo de esta tierra con este árbol milenario.
De la cuidadosa criba realizada, con calma y visión perspectiva, nace Pareidòlies de Tramuntana, una muestra que «recrea la mirada de centenares de años» para brindar al público «el placer estético de fundirnos con un olivo en un juego visual».