Bella, la primera camarera robot de Mallorca. | Julián Aguirre

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Bella es la primera camarera robot de Mallorca. Y desde ayer esta en periodo de prueba, prestando su servicio en el bar-restaurante Son Caulelles, en Sa Cabaneta. Todo comenzó medio en broma, hace dos años, cuando el hotelero y restaurador Miguel Romagueda le comentó a su amigo José Baró los problemas que tenía para encontrar personal cualificado y lo costoso que eran los seguros, impuestos, horas extras, etc. Llegó la pandemia y el cierre de la hostelería, pero hace unos días el amigo de Miguel, gerente de la empresa ECR Balear, le llamó para decir que tenía una solución a su problema y le presentó al robot.

Miguel Romagueda no lo dudó y quiso que se lo programara para la apertura del bar-restaurante Son Caulelles esta misma mañana, tras una reforma integral. Recibiendo a los primeros clientes se encontraba Bella. «No se trata de sustituir al factor humano, sino un complemento al servicio», comenta Miguel Romagueda mientras el robot sirve su primera comanda. Hasta cuatro bandejas puede trasportar a distintas mesas, siempre amable, con música de ambiente y despidiéndose de los comensales dando las gracias.

El coste de este robot es de unos 11.000 euros, tiene una garantía de dos años y una vida profesional, aproximada, de 10 años. Otras de sus ventajas es que «hace horas extras sin problema, su batería dura 12 horas y siempre contesta bien y con educación». También tiene sus limitaciones, ya que, por el momento, no prepara los cafés o hace los bocadillos, pero una vez puesto el pedido en la bandeja no le tiembla el pulso y en caso de encontrarse algún obstáculo en su camino lo rodea, silencioso y siempre con una sonrisa. Entre las anécdotas, Bella puede ser acariciada, pero en caso de repetirse esa muestra de cariño esta avisa: «portaté bien. Te estás pasando». Incluso puede contar chistes. La reacción de los clientes es de curiosidad y sorpresa.