Beatriz Tomás Escarrer apuesta, en su primer negocio, por la moda sostenible. | Julián Aguirre

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Beatriz Tomás Escarrer (Palma, 1994) abrió recientemente su primer proyecto empresarial en Mallorca, The Dressing Room; una tienda de alquiler de vestidos de invitada. «Se trata de una alternativa a la moda rápida o de un solo uso, ya que las prendas serán disfrutadas por varias clientas hasta retirarlas y sustituirlas por nuevos diseños. Así conseguimos que cada vestido tenga una vida útil mucho más larga. Todo mientras contribuye a un futuro más sostenible de la moda. Nuestra misión es impulsar a nuestra comunidad a ahorrar tiempo y dinero y divertirse más vistiéndose», resume Beatriz.

Apasionada de la moda, las relaciones sociales, la comunicación, mujer emprendedora y alma aventurera, Beatriz estudió en el Queen College y posteriormente en San Cayetano. Su formación continuó en The American School in London, estudiando Comunicación, y trabajando en el departamento de eventos de Loewe y en la sección de marcas de lujo de la empresa Karla Otto. Durante diez años ha vivido en Londres. «Allí fue precisamente donde me fijé en este tipo de negocio. Es muy normal que la gente alquile ropa, incluso para llevar a diario. En Madrid y Barcelona también hay algunas tiendas e incluso en Mallorca había. Así que ante las expectativas de trabajo y regresar a la Isla tras diez años viviendo fuera, hace tres meses decidí poner en marcha este proyecto».

Beatriz Tomás
«La moda incita al consumismo y una prenda bien cuidada puede tener varias vidas. El alquiler es una buena alternativa».

Cóctel y fiestas

La tienda, ubicada en la carretera de Andratx, 12, frente al hotel Maricel, en Cas Català, acoge vestidos de cóctel y de fiesta, prendas de conocidas marcas que cuelgan de sus percheros. «Mi género va dirigido a un perfil de mujeres de 17 a 35 años de edad. Hay marcas tanto nacionales como internacionales de un estilo juvenil, desenfadado y muy mediterráneo». Los alquileres rondan entre los 50 y 90 euros, el 80 por ciento del género, y la tienda corre con los gastos de tintorería. «Por eso, te digo que al final estás apoyando una moda mucho más sostenible porque muchas compramos un vestido para una boda y termina en el armario, sin darle más uso. La sostenibilidad me parece fundamental. Una prenda bien cuidada tiene varias vidas. La moda incita constantemente al consumismo y no necesitamos comprar tanto, es mejor que prendas tan bonitas puedan ser disfrutadas por varias personas».

Beatriz Tomás
La tienda acoge vestidos de marcas nacionales e internacionales.

Todas son prendas nuevas, seleccionadas y eligiendo las nuevas tendencias de cara a los meses de mayo a octubre. «He aprovechado la época de rebajas para comprar los vestidos y es verdad que ahora he montado el espacio y me he tirado a la piscina, pero quiero viajar a Londres dos veces al año para adquirir los diseños directamente de las marcas y mi idea es tener colección todo el año, tener una cápsula de Navidad, Fin de Año y hasta vestidos premamá». Los contactos entre amigas y el boca a boca han levantado expectación, que se traduce en una gran acogida para esta iniciativa. Beatriz Tomás recibe a sus clientas con cita previa y con una exquisita atención personalizada.

Además de vestidos, Beatriz Tomás incorpora en The Dressing Room algunos complementos como bolsos y pendientes. «Los bolsos son de la diseñadora Laia Alen y los pendientes, de la marca Verbena. Mi idea es introducir más productos de diseñadores nacionales, confeccionados en España».