La Princesa Leonor se aplica con los riesgos de Internet

La heredera al trono, sin mascarilla y vestida como buena parte de las estudiantes, ha participado en la 'Jornada sobre Juventud y Ciberseguridad: Disfruta de Internet con Seguridad' organizada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) junto a 39 alumnos de este centro y ha intervenido en uno de los cuatro grupos de trabajo que se han organizado durante la misma.

Según ha explicado Cristina Gutiérrez, técnico de Ciberseguridad para Menores de INCIBE, que ha dirigido el grupo de trabajo en el que ha estado la Princesa de Asturias, esta ha sido «una más» y «ha tenido una actitud participativa», compartiendo con los otros nueve alumnos algún ejemplo sobre lo tratado, principalmente sobre los bulos y la desinformación en Internet.

El resto de alumnos han conseguido superar la vergüenza inicial y «han terminado haciéndose un selfie con ella e incluso han pedido algún autógrafo y le han preguntado algo», ha precisado. La Princesa Leonor también ha accedido a fotografiarse con otros dos alumnos, Ibrahim y Stefano, quienes se han acercado a ella a pedírselo durante la clausura del acto en el gimnasio, a la que han acudido 450 alumnos del centro, que han recibido a la infanta con un aplauso.

«Era nuestra ilusión pedirle una foto y ha accedido amablemente», ha explicado a los periodistas Ibrahim, de 18 años y estudiante de segundo de Bachillerato. «Le hemos dicho que somos un poco tímidos y nos ha dicho que no nos preocupemos», ha añadido, subrayando que es «una foto para el recuerdo porque es la futura reina».

«Ella tenía también un poquito de vergüenza», ha acotado Stefano, también de 18 años y estudiante de primero. «Es muy educada y muy maja, ha sido un gusto hablar con ella», ha comentado. «Ha sido un placer», ha asegurado. Ambos han mostrado orgullosos la foto que se han tomado. La Princesa Leonor también se ha hecho algunas fotos con varias chicas al término del encuentro que se han acercado a ella para charlar y luego se ha tomado una foto de familia con todos los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Julio Verne, donde ha tenido lugar el acto.

La jornada forma parte de la iniciativa de concienciación a menores, padres y educadores, con la que INCIBE fomenta el uso seguro de las tecnologías a través de Internet Segura for Kids (IS4K). Desde su inicio en 2016 se han realizado más de 12.300 sesiones en las que se ha formado a un total de 56.441 menores y a 14.786 docentes.

Durante la sesión inaugural, Cristina Gutiérrez ha explicado que el objetivo es «intentar que Internet sea un espacio seguro pero también de convivencia y bienestar». Lo que se busca con jornadas como la de hoy, ha dicho, es brindar a los adolescentes «estrategias para distinguir lo que no aporta» y quedarse «con lo positivo». En este sentido, les ha animado a contrastar la información antes de compartirla directamente en sus redes sociales y a acudir a los sitios oficiales en Internet.

Por su parte, Laura Cuesta, profesora de Comunicación y Nuevos Medios de la UCJC y experta en Educación Digital, ha aprovechado para hacer un pequeño sondeo entre los 39 alumnos presentes. Así, les ha preguntado en primer lugar si se llevaban con ellos el móvil a la hora de irse a acostar, a lo que la mayoría han respondido afirmativamente.

A continuación, se ha interesado por conocer cuántos de ellos lo primero que hacían al despertarse es mirar si tenían notificaciones en su móvil, a lo que alrededor de una quincena ha levantado su mano. Por último, la práctica totalidad de ellos ha reconocido que mientras hacen los deberes están conectados o chateando con sus móviles al mismo tiempo. Así las cosas, Cuesta ha incidido en la importancia de «lograr un equilibrio entre las horas conectados y no conectados», tras reconocer que para los jóvenes hoy en día el mundo digital forma parte de su mundo real.

Para ello, ha subrayado es necesario «autorregulación y autocontrol, para no pasar de un uso saludable al abuso». «Se trata de que los dispositivos no os controlen a vosotros, sino vosotros a los dispositivos», ha resumido. En esta misma línea se ha pronunciado Nacho Guadix, responsable de Educación y Derechos Digitales de UNICEF España, incidiendo en la importancia de que los adolescentes conozcan sus derechos para poder ejercerlos pero también para participar de forma responsable en la sociedad y ser capaces de conformar una «ciudadanía digital».

A su vez, Silvia Álava, especialista en Psicología General Sanitaria y en Psicología Educativa, ha puesto el énfasis en el impacto emocional que el uso de Internet y las redes sociales puede tener. Internet tiene cosas buenas pero empieza a ser un problema, ha dicho a los estudiantes, «cuando mi mundo virtual es más interesant que mi mundo real». En este sentido, ha advertido de que las necesidades fisiológicas y también emocionales, «que son tan importantes como comer o dormir», no se pueden satisfacer de manera digital, de ahí la importancia de «hacer un uso consciente de la tecnología» y que esta «no nos utilice a nosotros».

La psicóloga les ha recomendado que antes de utilizar su dispositivo se paren a pensar en el sentimiento que tienen para evitar usar el móvil como un «chupete emocional» con el que tapar problemas o emociones que al final volverán «con más fuerza». También les ha animado a que antes de escribir sobre una persona en redes sociales o enviar un mensaje piensen si puede hacerle daño, si puede afectar a su relación con ella o si les gustaría que a ellos les dijeran algo así.

La directora general del INCIBE, Rosa Díaz, ha sido la encargada de la clausura, a la que también ha asistido la ministra de Educación, Pilar Alegría. Díaz ha repasado las conclusiones de lo tratado y ha animado a los alumnos a acudir al teléfono 017 de ayuda a la ciberseguridad en caso de que tengan algún problema o duda. Internet, ha subrayado, es una herramienta para disfrutar, aprender, relacionarnos y entretenernos pero «tiene también peligros» que hay que saber identificar y a los que «no hay que tener miedo».