Kevin De Bruyne, preparándose para salir a navegar en aguas de sa Calobra, donde pasó la jornada. | Julián Aguirre

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Días de relax, a bordo de un yate de alquiler y en compañía de su familia, son los que pasa el futbolista Kevin De Bruyne, centrocampista del Manchester City, en el Port de Sóller. El belga, quien el próximo martes cumplirá 31 años de edad, está considerado por su entrenador, Pep Guardiola, como «el mejor jugador del mundo». Acompañado de su mujer, la modelo Michele Lacroix, y sus tres hijos, la familia dedica las jornadas a disfrutar en la playa, jugando a las palas o a la pelota, tomando el sol y dándose refrescantes chapuzones. También han alquilado un yate con el que salen a navegar por la zona de sa Foradada y por aguas de sa Calobra.

La pareja asistió el pasado fin de semana, junto a otros futbolistas del equipo, a la boda entre Nathan Aké y Kayleen Ramman, celebrada en Son Marroig. Fuera del campo de fútbol, De Bruyne invierte en el mundo de la moda, creando su propia línea de ropa emergente llamada KDB.

El futbolista es actualmente uno de los mejor pagados del mundo y aunque se desconoce su fortuna, es una persona muy solidaria. De hecho, el Comite de Olimpiadas Especiales agradece a Kevin De Bruyne su destacada colaboración en la construcción de instalaciones especiales para personas discapacitadas. Kevin y su familia, alojados en el hotel Jumeirah, han probado la gastronomía mallorquina y contemplado las impresionantes puestas de sol que ofrece la privilegiada ubicación de ese hotel en la Serra de Tramuntana.