A CORUÑA, 19/07/2022.- Una mujer pasea este martes por la playa del Orzán, en A Coruña, con el arenal casi desierto, el cielo encapotado y aún con la resaca de la excepcional ola de calor a cuestas. Las altas temperaturas de los últimos días darán una pequeña tregua hasta mediados de esta semana, cuando los termómetros volverán a dejar valores de 40 grados o más, aunque, de momento, no se prevé un tercer episodio de tan intenso calor. EFE/Cabalar | Cabalar

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El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) prevé niveles «muy altos» de contaminación por ozono en superficie (ozono troposférico) por las temperaturas extremas que la actual ola de calor ha favorecido en Europa. Según han avisado este martes los científicos de Copernicus, los valores máximos diarios de ozono en superficie, que registran su punto más álgido durante las horas centrales del día, alcanzaron a mediados de julio niveles «insalubres» en España, Italia y Portugal, con algunas localidades donde se han superado los 200 μg/m3.

Esta situación podrá también afectar a las regiones del noroeste de Europa, donde en los próximos días las temperaturas récord que está provocando la ola de calor -producto del desplazamiento hacia el continente de una masa de aire cálido del Sáhara- favorecerán que los niveles aumenten hasta por encima de los 120 μg/m3. Los especialistas prevén que las concentraciones más altas de este contaminante atmosférico se den entre el lunes y el miércoles de esta semana, mientras que luego tenderán a remitir.

A diferencia del ozono de la estratosfera, que protege la vida en la Tierra de la radiación ultravioleta del sol, el ozono troposférico (a veces llamado «ozono malo») tiene un impacto negativo sobre la salud humana -al potenciar el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y cardiovasculares-, la agricultura y los ecosistemas.

Los valores más altos de este contaminante pueden provocar dolor de garganta, tos, dolor de cabeza, entre otros síntomas, y un mayor riesgo de ataques de asma, señala el científico de Copernicus Mark Parrington, quien apunta que la Clean Air Alliance atribuye un millón de muertes adicionales cada año se atribuyen al ozono troposférico. El ozono se considera un gas secundario al no ser emitido por una fuente directa, sino que se forma por la interacción de la luz solar con compuestos orgánicos volátiles y los óxidos de nitrógeno que expulsan los combustibles fósiles y otras fuentes artificiales.