La decisión de celebrar la recepción en Marivent es un guiño a la sociedad mallorquina a raíz de la presión de algunas formaciones políticas y entidades que en los últimos años alzaron la voz y reclamaron la titularidad pública de este espacio, una presión que finalmente llevó a la apertura de los jardines que rodean la edificación en 2017 durante los meses que no está la Familia Real en Mallorca.
La pandemia suspendió en los dos últimos años este encuentro social, pero este jueves más de 300 invitados pudieron disfrutar de esta cita con los Reyes en un entorno tan privilegiado como el palacio de Marivent.
Todos los asitentes fueron convocados a las 20.30 horas en la base naval de Portopí, desde donde se trasladaron en microbuses a Marivent. Los Reyes y doña Sofía saludaron, pasadas las 21.00 horas, a cada uno de los presentes en el tradicional acto de besamanos, que abrió la presidenta del Govern, Francina Armengol.
El saludo no duró más de media hora, aunque los Reyes y doña Sofía tuvieron que repetir el acto a medida que llegaban los microbuses de la base naval con más invitados, lo cual rompió en cierto modo el protocolo fijado de antemano. Tras Armengol desfilaron las primeras autoridades de Baleares. El presidente del Parlament, Vicenç Thomàs; la delegada de Gobierno, Aina Calvo; el comandante general de Balears, Fernando Luis Gracia Herreiz; el alcalde de Palma, José Hila; y la presidenta del Consell, Catalina Cladera. También estuvieron presentes todos los consellers del Govern del PSOE, así como el fiscal superior de Balears, Bartolomé Barceló, y la representante de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Bel Oliver.
Amplia representación
El evento contó con menos políticos que en anteriores ocasiones y como ya sucediera en 2019, ningún representante de Més y Podemos hizo acto de presencia. Ambas formaciones usaron las redes sociales para justificar su asistencia alegando su «rechazo» a la institución. El sindicato educativo STEI Intersindical también rechazó la invitación por los mismos motivos.
El que no se perdió, una vez más, la cita fue el expresidente del Govern y eurodiputado, José Ramón Bauzá. Entre la lista de invitados hay que citar, entre otros, al presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Eduardo Gamero; al nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, Eduardo Soriano, así como a la presidenta de CAEB, Carmen Planas, y el presidente de PIMEM, Jordi Mora. El presidente de la patronal de transportes FEBT, Rafael Roig, acompañado de su mujer Maria Antònia Binimelis, tuvo un papel estelar, ya que su empresa, Transportes Roig, fue la encargada de trasladar a medios de comunicación e invitados en tres microbuses desde la base naval a Marivent.
El sector turístico y empresarial estuvo representado por la presidenta de la FEHM, Maria Frontera, así como Carmen Sampol y los hoteleros Pep Cañellas y Toni Mir. Asistieron también los padres del guardia civil asesinado por ETA en Mallorca Antonio Salvà y Montserrat Leazun. El CEO del Mallorca, Alfonso Díaz, saludó a los Reyes por delante de la presidenta del Partido Popular (PP) de Balears, Marga Prohens.
La directora de Audiovisuales del Grup Serra, Paula Serra, estuvo acompañada en el acto por los directores del Majorca Daily Bulletin, Jason Moore; del Mallorca Magazin, Alexander Sepasgosarian; el director adjunto de Ultima Hora, Albert Orfila, y el editor del Diario Menorca, Josep Pons Fraga. El resto de medios de comunicación de las Islas también estuvieron representados.
Como cada año, los Reyes también invitaron a los jóvenes que obtienen las mejores notas en las pruebas de acceso a la universidad y a los galardonados con los Premios Ramon Llull y las Medallas de Oro de la Comunitat. También a personajes destacados del mundo de la música, el cine, las artes y la moda. Entre los invitados, el diseñador Pablo Erroz –creador de la falda que la Reina lució el pasado lunes en su visita a Valldemossa–; el conocido pastelero Lluís Pérez, los mediáticos cocineros Koldo Royo, Miquel Calent y la escritora Carme Riera.
El acto transcurrió en un clima especial, principalmente porque se realizó en un entorno privilegiado y, pese a las altas temperaturas, la recepción al aire libre resultó todo un acierto. Es la primera vez que la puerta de entrada a Marivent da paso a tantos invitados y representantes de todos los sectores de las Islas. El acceso en los microbuses evitó a los asistentes tener que presenciar la protesta habitual de los colectivos antimonárquicos.