Entre cortes y tintes, la música en directo se abre paso cada viernes en Cubika Estilistas
Juan Cruz, Luis Cadenas, Alba Orte, Aka Maxi, Darío Marangón y Susana Sousa posan en el escenario improvisado de Cubika Estilistas, en Palma. | Pere Bota
La de hoy es una de esas historias conectadas a una potente trastienda. Musical, geográfica y pasional. Pero vayamos por partes, como diría Jack el Destripador. Nuestro relato nace en Crawley, un húmedo rincón de la vieja Inglaterra; prosigue en la recóndita Pampa argentina, y de sus agrestes tierras bajas se expande hasta Mallorca. Comencemos esta aventura circular…
Año 1979, una banda de pálidos jóvenes ingleses publica Three Imaginary Boys. Catalizadores de la angustia existencial, no tardaron en convertirse en iconos mundiales. Cuarenta y pico años después no han cambiado sus postulados: texturas densas y sonidos melancólicos trufados con letras que hablan del hartazgo y el desamor. Y es que The Cure hace canciones enlutadas y emotivas, intensas y atmosféricas, armadas con una lírica tan penetrante que te arrastra a un mar tempestuoso donde no hay nada a lo que agarrarse, la única opción es dejarse llevar. La banda del taciturno Robert Smith –natural de Crawley, of course– se acomoda en el púlpito de las preferencias de Darío Marangón, oriundo de la Pampa argentina. Apreciarán como va tomando cuerpo el relato...
‘Enchufados, pero bajito'
Como si se tratara de una cegadora luz portadora de sabiduría, las canciones de The Cure –'la cura', en castellano– llegaron hasta ese remoto punto del Cono Sur transformando la vida de nuestro protagonista que, unos años más tarde y siendo aún un chaval, tomó un avión para establecerse en Mallorca. Y aquí, cual Leslie Cavendish, se transformó en peluquero y artista musical. Ignoramos cuál de sus dos pasiones figura en primer lugar. En cualquier caso, de esa doble ‘vocación' nace ‘Enchufados pero bajito', un formato que como si de un pequeño seísmo se tratará ha agitado la escena musical palmesana, con epicentro en Cubika Estilistas –la peluquería de Darío– cada viernes entre las 18.30 y las 20.00.
Esta iniciativa que ha movilizado «a una veintena de bandas» desde su puesta en marcha, está abierta a todo tipo de géneros. «Una veces tocan bandas y otras cantautores», agrega el peluquero, que también se desempeña a la batería junto a su banda Fiebre. No le gusta encasillarse, pero ante mi insistencia describe su música como «un rock tipo Pearl Jam».
Nos recibe junto a tres músicos, con los que improvisa ante la atenta mirada de sus clientas una jam session de alma rockera. El rock, siempre el rock. Es el género que gravita en torno a la vida de nuestro protagonista, quien se sitúa a la batería para acompañar las melodías con acompasados baquetazos. Le acompañan Aka Maxi y Juan Cruz, mientras el cantautor Luis Cadenas agarra el micro. Todos con gafas de sol, a lo ‘Blues Brothers'. Preguntamos que tal lo llevan los vecinos, «nunca he tenido problemas, el sonido está bajito, de ahí el nombre del formato. De hecho, en cuanto los vecinos de arriba escuchan los primeros guitarrazos bajan enseguida». Tampoco le acechan por la vía legal, ya que «son conciertos sin ánimo de lucro, no pago a nadie, e incluso invito a cerveza al público que pago de mi bolsillo».
Tan estimulante formato reúne a «entre cuarenta y cincuenta personas», que generan una sinergía «alucinante». Y no exagera porque hay cola para tocar, «el boca oreja funciona muy bien, los artistas se ofrecen por redes sociales, algunos incluso vienen en persona para ver el local, les encanta el formato que ofrecemos».
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