Ahlam recuerda que ha estado en una cocina casi desde que nació. Hasta los 14 años vivió en Marruecos, donde sus padres dirigían un negocio de organización de eventos. «Desde bien pequeña veía a mis padres y a mis tíos tras los fogones, preparando cantidades ingentes de comida. Los olores, los sabores tan de la infancia, tan de mi tierra... eso no se olvida nunca», apunta la cocinera.
Curiosamente, hace unas semanas resultó ganadora del I concurso gastronómico organizado por Cooperatives Agroalimentàries Illes Balears, que buscaba los mejores platos elaborados con productos cooperativos estrella, como el cordero. Cocinó un cuscús con este alimento para homenajear a sus dos hogares, su Marruecos natal y Mallorca, que la acogió hace doce años. El jurado aseguró que el plato de Ahlam les había transportado. Seguro que pocos piropos se pueden recibir tan buenos como ese.
Esta joven cocinera, que preparaba cada día la comida para sus padres cuando se mudaron desde Marruecos a Sa Pobla, primero pensó en estudiar Dibujo, pero trasladarse fuera de la Isla no era posible, así que optó por cursar otros estudios y ponerse a trabajar en las cocinas de los hoteles. Eso sucedió en 2015, y desde entonces ha ido subiendo de categoría y pasando por todos los departamentos posibles. Lo que quizá nadie esperaba, seguro que ni ella misma, es que se enamoraría de un producto tan poco marroquí o mallorquín como es el sushi.
«La cocina aúna mi pasión por la gastronomía y las Bellas Artes. Porque la cocina es arte, colores, presentación... y el sushi me permite crear una paleta de colores maravillosa», explica emocionada esta estudiante de cocina, que se obsesionó tanto con este manjar de origen japonés, que el año pasado buscó un trabajo en un bar especializado en sushi para conocer todos sus secretos. Para seguir formándose, presentó su currículum en Fusión19, tuvo suerte, la llamaron. Aprendió a cocinar en casa, descubrió cómo trabajar en una cocina profesional tras los fogones del sector turístico, pero con su trabajo en el premiado restaurante de Platja de Muro entró en ligas mayores, donde descubrió la importancia de seguir formándose.
«Mi vida es la cocina. Paso más tiempo tras los fogones que en mi casa. Por eso decidí apuntarme al curso de la Escola d’Hotelería. Allí no dejo de crecer gastronómicamente, pero también he entendido que me faltaba más formación, saber de gestión y dirección. Todo esto me ayudará a montar en un futuro mi propio restaurante de sushi. Ese es mi sueño. Ya tengo en la cabeza mi propia receta de arroz y cientos de ideas para rolls de sushi. También el nombre del negocio y el logo. Está al alcance de la mano».
15 comentarios
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Totes com aquesta!!
NostromoM'alegra sebre que també hi ha gent del Marroc que ve a treballar. Així fa goig. Esper que sigui un model a seguir per altres immigrants.
Muad'dibPués bien orgullosos se los veía cuando nos eliminaron en el mundial, en Bélgica y Francia ni hablemos. Mucha suerte a esta chica.
Es esto Europa?Que va a hacer Marruecos y su rey por ellos/as o la juventud nada no hace nada, ese solo se preocupa por sí mismo, los suyos, y su familia viviendo en la opulencia, y con lujos y la gente normal y corriente el pueblo que se busque la vida sobreviviendo cómo pueda en el día a día, de hecho mucha gente huye de allí como sea incluso si es pagando grandes cantidades de dinero a cambio o poniendo en riesgo su propia vida aventurándose en a través del mar en patera o de otras maneras, porque están hartos de ese país y la falta de futuro y oportunidades, en España y Europa se está muchísimo mejor y le da 1000 vueltas a Marruecos en todo, aquí hay más oportunidades que allí, no hay comparación hombre, es otro mundo.
Yo me pregunto... Que hace Marruecos por ellos?NADA ,además le tienen un miedo terrible al rey de allá.
Por qué será que siempre son los de siempre los que hoy en día no dejan opinar libremente salvo si lo haces de manera afín a sus pensamientos. Por cierto, si digo que esta chica me parece muy guapa ..es un comentario machista ?
Que tenga mucha suerte. Esta es la gente que necesita la sociedad. Provengan de donde provengan.
Antonio BibiloniSeguro que no cocinará nada con carne de cerdo pero si va vestida así por la calle cualquiera se puede pensar que es mallorquina. Una mujer que no quiere depender económicamente de nadie y que quiere labrarse un futuro profesional, como muchas mujeres de aquí. Trabajadora y madre ¿qué más se le puede pedir?. Ella es una excepción dentro las mujeres compatriotas suyas y debería ser un modelo a seguir para muchas de ellas, si realmente queremos un país igualitario. Que vaya por delante que mi pensamiento tiene poco en común con los principios de las organizaciones feministas subvencionadas.
Enhorabuena por tu interés y tenacidad. No es fácil tener niña y compaginar una vida como la nuestra (Restauración). Seguro que tu restaurante será un éxito. Sirvas cerdo no no, sirvas couscous o no. 🤞
Quiero lechona ben rostida, no sushi.