¿Qué se podría hacer con los sin techo que no sea echarlos de dónde están...?
Ya no buscan obras, portales o cajeros de bancos para cobijarse, pues les da lo mismo hacerlo en la calle, sobre la acera...
Está ahí desde hace semanas. La gente pasa por su lado y, como mucho, le mira de reojo. Y si le echan de ahí, seguro que nos lo encontraremos en otro lugar de Palma. | Click
El hombre está tumbado sobre el piso, frente a lo que fue Hostal Terminus. Lleva ahí ya ni nos acordamos desde cuándo. Su estado es de lo más decrépito. Casi pura ruina. Está claro que ha arrojado la toalla. Le importa un bledo lo que ocurra a su alrededor, y seguramente lo que le ocurra a él. Igual si se muere, tardarán tiempo en reparar en que ha muerto, ya que estando donde está, y como está, la gente, al pasar por su lado, ni le miran. O le miran de soslayo, como si no les importara lo que ven, como no queriendo mirar…
Para colmo, las moscas se lo están comiendo literalmente. Sí, pensábamos que lo que veíamos sobre su frente y dorso de sus manos eran pecas, pero no. ¡Eran moscas! Está claro que no le preocupa estar tendido sobre el suelo –o más que estar, vivir; pues dudamos que se mueva mucho de donde está–, ni el hacer aguas menores –y puede que hasta mayores– ahí mismo, ni verse rodeado de restos de lo que come y de cosas inservibles que lleva consigo… Ni siquiera de las moscas que aterrizan en su cara, manos, brazos, a las que, de vez en cuando, de un manotazo, trata de ahuyentar, pero ¡ca! Toman el vuelo de nuevo para, en pocos segundos, volver a aterrizar donde estaban. ¡Y vuelta a empezar con los manotazos!
Y si el presente es ese, el futuro no será mejor. Como mucho, seguir ahí y así… O si mañana llega alguien y le echa de ahí, buscarse otro lugar en el que tumbarse, y vuelta a empezar. De entre la gente que hemos encontrado viviendo en la calle, puede que esta persona sea la que hayamos visto peor, más sola, más abandonada, más hundida, pero también más resignada a su futuro, porque… ¿Cómo comerá? ¿Quién le dará de comer…? Porque él, medios para conseguir alimentos parece que no tiene, eso salta a la vista… ¿O cómo y dónde se aseará…?
Dos más sobre la acera
El mismo día, y no muy lejos de allí, en las Avenidas, esquina con Sant Miquel, estaban otros dos sin techo. Uno tumbado sobre los ladrillos de la acera, vestido, tapado con una manta de cintura hacia arriba. El otro, también tumbado, pero con los pantalones bajados, mostrando unos glúteos enrojecidos… Nos acercamos a ellos por si necesitan algo… El de la manta ni se enteró de nuestra presencia, el otro, rodeado de bolsas de plástico de color negro, restos de comida, botellas de plástico vacías y qué se yo cuántas cosas más, nos pide que si le podemos ir a comprar dos botellas de alcohol para darse en el cuerpo. Nos acercamos hasta la farmacia, que está a dos pasos, compramos las dos botellas, se las damos y hace ademán de sacarse dinero del bolsillo para pagarnos.
Déjalo, le decimos. Pero él insiste… «Que no, que no, tío…», le volvemos a decir. El hombre, tras darnos las gracias, le quita el tapón a una de las botellas, vierte alcohol sobre la palma de la mano, que frota con la otra, y que luego frotan en un brazo, en el otro… Mientras tanto, su colega sigue sobando… Nos vamos. Allí no pintamos nada. Un amigo nos llama por la tarde para decirnos que desde el bus en que iba los había visto. Con ellos estaba la policía…
Más tarde, volvemos a pasar por allí, pero solo encontramos una bolsa negra, tal vez conteniendo todo lo que tenían extendido a su alrededor. ¿Y ellos…? Seguramente habrán ido a otra parte, dónde montarán su casa, en la que vivirán hasta que los echen, para volver a empezar en otro lugar. (Por cierto, senyor batle, en nuestras idas y venidas tras los sin techo, hemos observado que patinetes y bicis siguen circulando por el carril de la Plaça d' Espanya… Nos referimos al que Cort decidió cerrar. Por ello insistimos en lo que dijo la presidenta Prohens: que le gustaría que su equipo pisara la calle. Y al ciudadano también. Porque seguro que ello se traduciría en mejoras. Muchas más que si el político se queda en su sillón, sobre la moqueta).
Casita de cartón
Dicho lo cual, seguimos: a poca distancia de donde estaban estos dos, en pleno centro de Palma, otro sin techo ha montado su casita de cartón y madera, con mantas y colchón. Seguro que el hombre ha llegado de otro lugar, donde ha estado hasta que le han echado, como le echarán de ahí cuando alguien decida que molesta. En fin… Hace unos meses, siete u ocho, el actual alcalde nos confesó que le preocupaba mucho la gente que vivía en la calle. Pues viendo lo visto, hay para preocuparse. Así que, ¿qué hacemos con ellos? Porque si están en la calle es, o porque no hay suficientes albergues dignos donde vivir, o porque algunos de los que hay, estén en tan malas condiciones que prefieren estar en la calle.
JotaY eso es exactamente lo que yo te he señalado. Si no quieren incorporarse en el sistema laboral qué vas a hacerles? Encerrarlos? Muy democrático y muy pro de la libertad se te ve.
tedirécosasMuy acertado el segundo párrafo. Qué paradoja.
Los antisociales son tema aparte dentro de la problemática. Esas personas no pueden seguir en la isla y hay que facilitarles la mudanza. Todo se puede hacer y se puede hacer bien para todas las partes.
No quería ni mirar los comentarios mientras escribía el mío, temiéndome lo peor (es decir, lo habitual). Enhorabuena a todos quienes han hecho comentarios útiles y aportando. Es un honor compartir este espacio virtual con gente anónima, decente y con criterio. Y enhorabuena al reportero también,.como siempre.
Se necesitan más plazas de albergue y se necesita de entrada una intervención sanitaria, porque suelen tener historial psiquiátrico; pero es que aquí tenemos poquísimas plazas en las unidades de psiquiatría. Si el psiquiatra trabaja en equipo con el trabajador social, tienen que diseñar una ruta de reinserción según el caso. Necesita una habitación ,(muy interesante lo del Llar Kurt), y necesita una actividad laboral sencilla. Pero sobre todo necesita estar acompañado en este proceso, tener a alguien al lado en quien pueda confiar REALMENTE. Este es o son los primeros.pasos. No es tan difícil. Si se quiere, claro. Si no seguiremos teniendo estos espectáculos a diario por doquier. Yo también los veo y me intereso a veces por sus vidas y andanzas. Lo que necesitan no es nada caro. Las consecuencias son más costosas en una ciudad que vende un estilo de vida moderno. Esto forma parte del desarrollo económico, no de la caridad, que también. Cuando veo a estas personas, aquí o donde sea, me influye en la visión de la ciudad en cuestión negativamente.
La sociedad a través de la administración debe otorgarles ese crédito (no se ayuda gratis al 100%, eso es tirar el dinero) y el lo irá devolviendo, recuperando de esa
manera su papel social. Se han hecho experiencias con este espíritu en otros países con unas tasas de éxito muy notable y con una inversión económica discreta, más barata siempre que el coste de las consecuencias.
Se pueden, en resumen, hacer muchas cosas. Pero hay que querer hacerlas y no quedarse en lo de siempre: un pastel presupuestario que se pierde en estudios, publicaciones, personal, oficinas... y no llega a los verdaderos destinatarios.
Lamentablemente lo hemos normalizado
FckcrsYo no he dicho en la carcel, seria estar en un hotel de 5 estrellas para ellos. He dicho que se les ayude a reinsertarse en la sociedad, el problesma es que no quieren, prefieren ir al comedor social y asi seguir sin trabajar. Es cierto que hay casos en los que por razones de salud no oueden trabajar, pero no me estoy refirie do a esos casos. Me refiero a los que podrian trabajar, pero no quieren hacerlo.
Que fácil es hablar sin saber las historias detras de cada persona. Debería haber más lugares habilitados para personas sin recursos y no hablo de paguitas.
38 comentarios
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JotaY eso es exactamente lo que yo te he señalado. Si no quieren incorporarse en el sistema laboral qué vas a hacerles? Encerrarlos? Muy democrático y muy pro de la libertad se te ve.
kikirikidouglas«Como una mierda que podrías pisar, mientras llenas tu boca de Solidaridad» yo sí he pillado la referencia.
tedirécosasMuy acertado el segundo párrafo. Qué paradoja. Los antisociales son tema aparte dentro de la problemática. Esas personas no pueden seguir en la isla y hay que facilitarles la mudanza. Todo se puede hacer y se puede hacer bien para todas las partes.
No quería ni mirar los comentarios mientras escribía el mío, temiéndome lo peor (es decir, lo habitual). Enhorabuena a todos quienes han hecho comentarios útiles y aportando. Es un honor compartir este espacio virtual con gente anónima, decente y con criterio. Y enhorabuena al reportero también,.como siempre.
Se necesitan más plazas de albergue y se necesita de entrada una intervención sanitaria, porque suelen tener historial psiquiátrico; pero es que aquí tenemos poquísimas plazas en las unidades de psiquiatría. Si el psiquiatra trabaja en equipo con el trabajador social, tienen que diseñar una ruta de reinserción según el caso. Necesita una habitación ,(muy interesante lo del Llar Kurt), y necesita una actividad laboral sencilla. Pero sobre todo necesita estar acompañado en este proceso, tener a alguien al lado en quien pueda confiar REALMENTE. Este es o son los primeros.pasos. No es tan difícil. Si se quiere, claro. Si no seguiremos teniendo estos espectáculos a diario por doquier. Yo también los veo y me intereso a veces por sus vidas y andanzas. Lo que necesitan no es nada caro. Las consecuencias son más costosas en una ciudad que vende un estilo de vida moderno. Esto forma parte del desarrollo económico, no de la caridad, que también. Cuando veo a estas personas, aquí o donde sea, me influye en la visión de la ciudad en cuestión negativamente. La sociedad a través de la administración debe otorgarles ese crédito (no se ayuda gratis al 100%, eso es tirar el dinero) y el lo irá devolviendo, recuperando de esa manera su papel social. Se han hecho experiencias con este espíritu en otros países con unas tasas de éxito muy notable y con una inversión económica discreta, más barata siempre que el coste de las consecuencias. Se pueden, en resumen, hacer muchas cosas. Pero hay que querer hacerlas y no quedarse en lo de siempre: un pastel presupuestario que se pierde en estudios, publicaciones, personal, oficinas... y no llega a los verdaderos destinatarios. Lamentablemente lo hemos normalizado
FckcrsYo no he dicho en la carcel, seria estar en un hotel de 5 estrellas para ellos. He dicho que se les ayude a reinsertarse en la sociedad, el problesma es que no quieren, prefieren ir al comedor social y asi seguir sin trabajar. Es cierto que hay casos en los que por razones de salud no oueden trabajar, pero no me estoy refirie do a esos casos. Me refiero a los que podrian trabajar, pero no quieren hacerlo.
UisgrocsQue sabréis lo que quieren! Que fácil hablar sin saber la historia de detrás.
AkaTal cual.
Que fácil es hablar sin saber las historias detras de cada persona. Debería haber más lugares habilitados para personas sin recursos y no hablo de paguitas.
,la solidaridad es maravillosa,pero aunque habilitemos Gesa, Marivent.El consulat..., dificilmente podremos acoger toda la miseria del mundo