Pese a los tiempos que corren, Belén, a la hora de leer, está a favor de los libros. | Click

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Belén Escutia es pintora. Tiene su estudio en un piso compartido con otros pintores, sito en la calle Danús, de Palma, donde la cordialidad es total. A Belén no la vamos a presentar a estas alturas del partido, pues su obra es archiconocida.

El pasado sábado nos dimos una vuelta por su estudio. Había gente contemplando sus cuadros. Todos muy bellos, algunos impactantes, como el del barco perdido en la inmensidad del océano, o el del funambulista paseando por los aires de Nueva York, caminando sobre un cable que une dos rascacielos. Un cuadro espectacularmente vertiginoso, con una perspectiva altura-tierra, de arriba hacia abajo, muy bien lograda.

Pero, además de los cuadros, nos llamaron la atención dos miniaturas, de las que habíamos oído hablar, y que ahora las teníamos enfrente, sobre una mesa, y que son una invitación a la lectura tradicional.

Un funeral distinto

«El demonio de hierro y Trepando por la lectura –nos explica Belén–, son dos obras de arte conceptual, con un objetivo en común: los libros. Las creé para una exposición que tuvo lugar en Palma, titulada Un libro, dos vidas. Posteriormente, dichas obras fueron expuestas en el Casal Cultural de Sencelles. La idea que tuve fue, tras ver el título de uno de los libros que utilicé, El demonio de hierro, hacer la escena de un funeral protestante, con motivo del enterramiento de... ¡Un móvil! y todo lo que sea aparato electrónico, con el fin de dar paso a la lectura tradicional, un tanto marginal en los últimos tiempos por la que nos llega a través de internet. Y lo hice porque creo que es fundamental concienciarnos de que al avanzar con la tecnología hemos retrocedido en muchas cosas, entre otras: atención, afecto, concentración, entusiasmo… Es, por tanto, un grito de atención hacia todos los que tenemos dependencia del móvil o de cualquier pantalla».

Otra simulación

En la otra miniatura,    a la que titula Trepando por la lectura, combina ideas que tuvo en el pasado con esta. «Hace años, durante una temporada, me dio por pintar escaladores, cuevas en la montaña, etc. Pues bien, ahora he vuelto un poco a esa temática con esta obra que he combinado con libros, sinónimos de lectura. Para ello, uní entre sí un par de enciclopedias, y las rebajé con el fin de simular una montaña con sus desniveles, en la cual coloqué dioramas de escaladores, a la vez que creé un hábitat natural sobre su cima, la tapa de una de dichas enciclopedias. Pienso que es una obra muy dinámica, que, como he dicho, anima a leer libros... Pero libros de papel, de los de siempre».

¡Pues ya era hora!

Promesa cumplida. El actual Ajuntament de Palma se comprometió con que antes de que comenzara el curso escolar, el tramo del Camí dels Reis, que arranca donde está la farmacia    de la rotonda de entrada a Son Rapinya, pasa por el colegio Madre Alberta y finaliza en el cuartel del Génova, causante de grandes atascos debido a su estrechez y mal estado del asfalto, quedaría completamente reformado. Pues bien, han cumplido, porque ¡helo ahí! Su estado era este, varios días antes de que empezaran las clases.

Pues que conste. Porque si contamos lo que no está bien, hay que contar también cuando se rectifica, y el problema deja de serlo. Como en este caso… O como el caso de las interminables obras de s’Hort del Rei, que a tenor del tiempo en que estuvieron las barreras amarillas rodeándolas, se prolongaron durante más de un año y medio. Pues que conste también que el problema ha sido resuelto.

Y hablando de obras, señalar las que se están llevando a cabo en el Passeig Mallorca en las aceras, a ambos lados de sa Riera. También llama la atención que de un tiempo a esta parte se estén cuidando y regando las zonas ajardinadas. En cambio, las que siguen sucias y pintadas, son las esculturas, a las que todavía no han puesto el nombre de sus autores.