Cristina, dueña del restaurante La Cocina China, y su tía, Isabel, con algunas de las candidatas a Tourism Model Spain. | Click

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La otra noche estuvimos cenando en uno de los restaurantes de Blanquerna. A quien esto suscribe le tocó la silla que está a menos de medio metro del carril bici que recorre de arriba abajo la calle, que es peatonal, es decir, para los peatones, entre ellos gente mayor, algunos con poca movilidad, y algún que otro invidente que no ve la señalización del carril bici, por lo que puede ser atropellado, y más a la velocidad que circulan algunos.

Vivido lo que vivimos, le recomendaríamos al responsable de movilidad del gobierno municipal que cenara donde nosotros. Es más, si nos llama, le invitamos a cenar, porque queremos que sienta lo que se siente cuando uno se sienta a medio metro de un carril bici, en zona peatonal, repetimos, por el que circulan ciclistas y motopatineros, unos con cordura, es decir, a la velocidad recomendada y con peto fluorescente, y el resto a su bola, o sea, a la velocidad que les viene en gala, zigzagueando, incluso algunos haciendo el caballito, algunos con otro a bordo, a veces un niño, y bastantes sin el chaleco fluorescente. Afortunadamente, no pasó nada que lamentar, si exceptuamos un choque fuera del carril-bici entre una bicicleta de Cort y un monopatín, que terminó en un susto, pero que podía haber terminado peor.

He ahí el carril bici de Blanquerna, con bicis y patinetes yendo y viniendo sin parar, gente cruzando, y con apenas distancia entre él y las sillas de la terraza.

Sin vigilancia

Viendo lo que estábamos viendo, optamos por dar la espalda al carril bici ¡y que sea lo que Dios quiera!, nos dijimos. Esperemos no dar algún día la noticia de que alguien, sea en monopatín, sea en bici, se haya subido a la mesa de unos que estaban cenando. Que si solo pasa eso…

Las Misses, de cena

Noches atrás estuvimos cenando en La Cocina China y... Pues que nos encontramos en el restaurante con mogollón de bellezas, algunas de ellas con bandas. ¿Qué pasa?, preguntamos a Cristina, la dueña del restaurante. «Pues que esta noche han venido a cenar aquí las candidatas a Tourism Model Spain, certamen que se celebra mañana, sábado, en BCM», presentado por Marta Lozano, ex Miss Baleares. Con las misses estaban los organizadores del evento, y con ellos, algunos ciudadanos y empresarios chinos residentes en Palma, que tienen que ver con este. Durante la velada, que entre cena, brindis y fotos, se prolongó hasta bien entrada la madrugada, el peluquero y profesor de peluquería Rafael Artero eligió a Bárbara Lozano, representante de Castilla y León, como la miss con mejor cabello.

Fotos con historia

En esta edición de Fotos con historia en ruta por Mallorca, que pueden ver estos días en las dependencias de la Delegación de la Guardia Civil de Balears –exposición muy visitada, por cierto–, Lorenzo Salom expone cuatro fotos, entre las que se encuentra una de María Mora Cirer, campeona de España de féminas en ciclismo, además de haber participado con el equipo español en los mundiales de ciclismo celebrados en Italia (1985), Austria (1987) y Bélgica (1988). María, cuyo padre fue Antoni Mora, motorista del corredor Bartomeu Caldentey Jaume, siete veces campeón del mundo tras moto, se pasó la otra tarde a ver la exposición de la citada Ruta fotográfica por Mallorca. Y lo hizo, como quien dice, recién llegada de Manchester, donde consiguió una medalla de bronce. Y le encantó, dicho sea de paso.

La ciclista campeonísima, María Mora, viéndose en ‘Fotos con historia’.

Hacer rayas en el mar

Hay un refrán que dice ‘Otros vendrán, que buenos te harán’, que viene que ni pintado para lo que os vamos a contar. A lo largo de los cuatro últimos años, en que el Consell estaba dirigido por el Pacte, pedimos en numerosas ocasiones que arreglaran las entradas a Palma por carretera. O dicho de otro modo: que las limpiaran y ornamentaran con plantas. No tuvimos suerte. Vamos, que lo nuestro fue como hacer rayas en el mar.

A poco de entrar a gobernar los del PP, les recordamos esta asignatura pendiente, esta herencia que les habían dejado sus antecesores, y lo hicimos con la intención de que enmendaran la plana recibida. ¿Y qué ha pasado? Pues que llevando ya muchos más de los cien días que los gobiernos entrantes piden para hacerse cargo de cómo está la situación de lo que, a partir de ahí, va a ser su responsabilidad, a fin de resolver los casos pendientes e ir planificando otros nuevos –con el ruego por nuestra parte de que no acometas nada nuevo sin haber puesto en orden lo que te encuentras–, estamos viendo que la gestión del gobierno de Galmés en cuestiones de mejorar la imagen de las distintas entradas a Palma por carretera y autopistas, está haciendo buena la gestión del presidido por la socialista Catalina Cladera, que no hizo mucho en este aspecto, pero es que ellos, en estos ciento y pico de días, han hecho menos incluso, por lo que, visto lo visto, imaginamos que las de otras localidades de la Isla andarán a la par… De mal.

Parterres con hierbajos y tierra marrón es lo que encuentran quienes llegan a Palma desde el aeropuerto y localidades de Levante.

Al gobierno de Galmés no le pedimos la Luna, sino que dedique un poco de dinero y atención a estas mejoras, con las que la Isla saldrá ganando, sobre todo en lo estético. Solo eso. Y si no saben hacerlo, que lo dejen en manos de los ayuntamientos.