El salón del Nixe Palace recrea un club nocturno. | Julián Aguirre

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Desde hace 11 años, el chef del hotel Nixe Palace, de la cadena Santos, Toni Busquet, crea y coordina la gran cena de empresa de Navidad. Una tradicional fiesta tematizada, la primera después de la pandemia, a la que acuden todos los empleados de este establecimiento hotelero, que dirige Francisco Serrano. En esta ocasión, el tema inspirador ha sido ‘Una noche de los años 20’, y el salón que acogió la cena se transformó en un club clandestino de una calle del barrio italiano de New York. Desde hace unos meses, el departamento de mantenimiento, que dirige Roberto Ramos, trabaja en todo el atrezzo e instalación. «Nos dedicamos a esto, de manera voluntaria, fuera del horario laboral y de conjuntamente con el equipo de cocina. La mayoría de los materiales que utilizamos son reciclados», comenta Ramos.

Trabajo en equipo

Para la ocasión, el chef Toni Busquet, quien por cierto ha ganado hasta en cuatro ocasiones el concurso de carrozas de carnaval en Llucmajor, elaboró junto a su equipo un suculento y variado buffet en el que no faltó la sopa rellena, lechona, lasaña de gambas, etc., además de los dulces y turrones navideños. Una deliciosa cena acompañada de una selección de vinos elegida por el metre Ceferino Guerrero. La jefa de ventas, Delia Guzmán, y sus compañeras del departamento comercial cautivaron con su atrevido y sexy look de vedettes, derrochando alegría. Pablo Navas, mozo, y Nadal Palmer, del economato, llegaron vestidos de presidiarios. Diego Amorós, jefe de recepción, emuló a Charlie Chaplin, mientras que Rudi Witt, segundo de recepción, apareció con un disfraz de deshollinador.

A medida que llegaban, los invitados eran recibidos con un cóctel de bienvenida y unos aperitivos, y posaban en un photocall donde se captaron divertidas fotografías para el recuerdo. A la celebración asistió José Luis Santos, presidente del grupo Santos, junto a Rosario Santos, consejera delegada; Francisco Cabas, jefe de Recursos Humanos; y Oscar Bermejo, director de Operaciones.

Uno de los momentos estelares de la fiesta fue la irrupción de un impresionante vehículo de la época, construido en cartón madera, en la que aparecieron Toni Busquet, al volante, acompañado de Roberto Ramos, ametralladora en mano, junto a dos fornidos escoltas. Tras ser aclamados por los asistentes, todos fueron invitados a transitar por Little Italy, un pasillo del hotel reconvertido en una calle del popular barrio italiano de New York, en el que se recreó también una barber shop, una misteriosa cabina telefónica, la Funeraria Corleone y una lavandería. Este último pequeño comercio ocultaba una puerta, en forma de lavadora, por la que se accedía al ‘club nocturno’.

La decoración del comedor incluía cuatro grandes mesas imperiales: una presidencial, otra de juego de ruleta, una tercera de juegos de dados y, la cuarta, de destilados de alcohol. Sin duda, una excelente puesta en escena e inolvidable noche en Nixe Palace.