Una colorida comparsa en el desfile de Marratxí | Emilio Queirolo

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Pese a la ausencia de la samba y los exuberantes trajes de plumas y lentejuelas de Río de Janeiro, la alegría, el color y la creatividad fueron este sábado protagonistas en Sa Rua de Marratxí que, un año más, inauguró el carnaval en la Isla. En una tarde soleada que invitaba al paseo, en el animado desfile participaron 19 carrozas y comparsas, compuestas por más de medio millar de personas. Poco antes de las 16 horas, en la calle del Escorxador de Pòrtol el ambiente era particular: mientras los pasajeros ocupaban los vagones de la locomotora Mopis Express, un grupo de mimos liderado por Chaplin exhibía toda su gestualidad al ritmo de la batucada Bloco Ayan, formada por acompasados piratas.

Poco a poco, toda clase de personajes de fantasía se acumulaban en la calle. Una vez tomadas posiciones, con la Banda Municipal de Música de Marratxí al frente, marcando el ritmo con grandes éxitos como Paquito el Chocolatero o Despacito, los numerosos participantes arrancaron con el pasacalles a las 16.40 horas. Las aceras estaban copadas de vecinos, ávidos por disfrutar del espectáculo.

A ambos lados del camino se hacinaban toda clase de personajes: policías, guardias civiles o bomberos en miniatura; Elsa y Olaf, de Frozen, sofocados por el sol mallorquín; faraones, vaqueros, pequeños dragones o ladrones hacían gala de los poderes que brindan los disfraces, como bien demuestra Mortadelo, el rey de las pieles ajenas, en los cómics de Ibáñez.

Mientras las comparsas avanzaban por el Camí de n'Olesa, algún que otro muggle solicitaba el acceso al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en la comparsa ‘Marratxí, Terra de Mags' donde no faltaron los populares personajes de J.K.Rowling. Mientras tanto, siguiendo el ritmo de la batucada llosetense Sandungueros, disfrazados de simpáticos siurells, vecinos de Son Ametller repartían dulces a diestro y siniestro.

Además de la fiesta, en Sa Rua también hay espacio para la reivindicación. Bajo el lema ‘Farts d'esperar, ja és hora de picar. Per un menjador digne a l'escola d'infantil ja!', vestidos como peones de la construcción, un nutrido grupo de la Associació de Famílies d'Alumnes CEIP Costa i Llobera reivindicó la construcción del ansiado comedor de la escoleta, «la concesión se dio en 2010, y estamos esperamos desde entonces. Los niños comen en aulas prefabricadas; en los días de tormenta hay agua por todo, y cuando hace calor se asan», explicaban desde la asociación de padres, que hicieron escuchar sus quejas con sonoros pitidos de silbato.

El llamativo desfile pasó frente al Ajuntament, donde se hallaba el jurado, que no lo tuvo nada fácil a la hora de escoger los mejores grupos disfrazados. Como novedad, este año Sa Rua no finalizó aquí, sino que avanzó hasta la explanada de La Verònica, ya en Sant Marçal, donde les esperaba un espectáculo para los más pequeños, que bailaron junto a sus ídolos de Disney o la Patrulla Canina, así como la clásica chocolatada, gracias al trabajo de las Mestresses de Casa de Sa Cabaneta, quienes prepararon más de 350 litros de chocolate caliente, acompañado con coques bambes de Es Forn des Pla.

Finalmente, la fiesta concluyó con la entrega de premios. Dotado con 600 euros, el premio al mejor disfraz de grupo fue para ‘Mad Happy World', y, con 450 euros, el segundo premio en esta categoría fue para ‘Marratxí Terra de Mags'. Por otro lado, con 300 euros, el premio local al mejor disfraz de grupo fue para los ‘Siurells' de Son Ametller, y ‘Marges i Figueres' logró el premio al mejor disfraz de grupo pequeño o familiar, dotado también con 300 euros.