Julia Roy, Vahina Giocante, Isild Le Besco y Laurence Cordier recuerdan al diario diferentes episodios en los que, en diversos grados, explican que el cineasta fue de las insinuaciones a la violencia sexual, pasando por el acoso laboral o la violencia física. Roy, que tenía 23 años cuando conoció a Jacquot, evoca una relación de manipulación, dominio, violencia física y acoso sexual en el período en el que trabajó con él, incluso como guionista.
Afirma que una vez recibió una bofetada tan fuerte que la tiró al suelo. Giocante y Le Besco eran menores cuando conocieron al realizador (17 y 16 años, respectivamente). La primera narra que antes de rodar con Jacquot su primera película ('Pas de scandale', estrenada en 1999), fue prevenida de que al director «le gustaban mucho las chicas jóvenes», por lo que evitó en todo lo posible las situaciones de potencial riesgo.
Además de una situación extraña sobre la ropa interior que debía llevar en una escena, Giocante asegura que Jacquot le dijo: «¿No comprendes que si eres amable conmigo harás la próxima?». Lo que ella interpretó como acoso sexual claro. La actriz le respondió que ella no era «una chica amable» y jamás volvió a rodar con él. «Lo veo como un ladrón de infancias, empalagado por su deseo de pureza», señala a Le Monde.
Le Besco, contactada por el diario, prefirió responder con un escrito ya que asegura que no se siente con fuerzas para hablar con la prensa sobre su relación con Jacquot. Afirma que sufrió «violencia psicológica o física» en las seis películas en las que trabajó con él. Y añade que reserva su testimonio para una eventual convocatoria por un tribunal y para un texto en el que lleva trabajando tres meses. Cordier recuerda que poco antes del rodaje de 'Villa Amalia' (2009), durante una cena en un restaurante para hablar del proyecto, Jacquot le dijo que ambos «debían vivir una historia», ya que en su opinión era necesario que el director estuviera enamorado de la actriz, igual que un pintor de la modelo.
Después de que Jacquot le insistiera de forma repetida que aceptara la llave de su apartamento, propuesta rechazada cada vez, éste le reprochó varias semanas después en otro rodaje que en realidad ella «no quería ser actriz» porque se había «saboteado» a sí misma.
Jacquot, de 77 años y con 51 filmes realizados en su carrera, negó a Le Monde las acusaciones más graves de violencia física o acoso sexual, aunque reconoció momentos de tensión y «posiblemente» insultos. «Hay violencia en las relaciones amorosas. Yo no soy especial o excepcional, pero como hago cine alcanza proporciones excepcionales», explicó. Las acusaciones de esta semana contra Jacquot se suman a otras de la propia Godreche contra otro director, Jacques Doillon, o las anteriores sobre el actor Gérard Depardieu y otras figuras del cine francés.
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