El evento se ha desarrollado con todas las medidas de seguridad y perfecta organización. | Michel's

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Tiene una longitud de 3.200 metros y una anchura de 500, con un relieve muy escarpado en el que sobresale el pico Na Pòpia, el más alto de la isla Dragonera quien este domingo ha sido, de nuevo, y tras 31 ediciones, rodeada por más de medio centenar de palistas.

La playa de Sant Elm ha sido el punto de concentración y partida de los participantes quienes han echado sus pequeñas embarcaciones al agua, alrededor de las nueve de la mañana, cuando sonó la bocina. Con el dorsal pegado en el chaleco, los palistas pusieron rumbo a sa Dragonera, en una actividad no competitiva y en la que se respira un gran ambiente festivo. La 31 edición de la Volta, organizada por OJE de Voltors, ha contado con una condiciones climáticas perfectas para su celebración. Agua calmada y viento flojo, a la ida, pues de regreso ya había cambiado el rumbo, con viento en contra.

El evento se ha desarrollado con todas las medidas de seguridad y perfecta organización. Los voluntarios, alrededor de unas 80 personas, y barcos de apoyo, han colaborado y han ayudado a los participantes. Las normas obligaban a llevar puesto el chaleco salvavidas, así como el cubrebañeras (piraguas cerradas) y las tapas de los botes estancos. Cosa que todos los participantes cumplieron.

Algunos de los palistas, menos curtidos en esta práctica o que era la primera vez que realizaban la Volta a sa Dragonera, decidieron realizar un trayecto más corto, de cinco kilómetros, mientras otros no dudaron en hacer los 12 kilómetros de recorrido, una edición más. Un recorrido duro, pero placentero en la que muchos repiten. Los más veteranos recordaban como en los primeros encuentros, «de un grupo de amigos no llegábamos a la veintena de piraguas y hoy son más más de medio millar».

Por otro lado, la Xarxa Dragonera Blava realizó un manifiesto en el que quiso dar visibilidad a la problemática que más preocupa a la comunidad del litoral d’Andratx, «la velocidad de las embarcaciones y el tráfico marítimo en el canal de sa Dragonera». Desde hace 31 años la Volta a sa Dragonera en piragua es una prueba náutica cada vez más multitudinaria, una diada en el que se une naturaleza y deporte.