Hace años leí una frase que define a la perfección la capacidad de emprendimiento del pueblo hebreo: ‘Los judíos sembraron trigo y cosecharon doctores'. Dani Rotstein es un ‘hijo de Sión' que aterrizó en la Isla procedente de Nueva York. No buscaba un rincón apartado y paradisíaco para refugiarse del pasado, como Michael Corleone, simplemente anhelaba «un cambio». Llevaba años desempeñándose como productor de spots televisivos en Miami y la ‘gran manzana', y justo cuando «iba a mudarme a Los Ángeles me salió una oportunidad para trabajar en Palma Pictures».
Sus estudios de cine le abrieron la puerta de Mallorca, donde vive con su esposa catalana, pero también le granjearon la oportunidad de firmar un documental a tres manos -junto a Ofer Laszewicki y Felipe Wolokita- titulado Isla Xueta, que explora «la identidad, la familia, la comunidad, el odio y la intolerancia que existe aún hacia los 'xuetes', y que fue muy corriente durante siglos en Mallorca». Otra de sus facetas emprendedora son las rutas por la judería de Palma que ofrece a través de su página web jewishmajorca.com.
Rotstein aterrizó en la Isla pensando «que iba a ser el único judío», desliza con un atisbo de ironía. Cual fue su sorpresa al advertir el caudaloso legado que acumula Mallorca. Donde desde tiempos inmemoriales una cascada de acontecimientos anegan la historia de los denominados 'xuetes', descendientes católicos de los judíos conversos de Mallorca. Pero, ¿qué diferencia al judío mallorquín del resto? «Que en Mallorca se señalaba a quien tenía uno de los famosos quince apellidos 'xuetes', mientras que en otras partes de España no estaba tan claro quien era judío y quien no. Es un tema de Isla, al ser un entorno cerrado todos sabían quien era quien, en cambio en la península la gente con problemas se cambiaba de ciudad y ahí se acababa el asunto».
Durante mucho tiempo los 'xuetes' fueron discriminados por su ascendencia, cargando con un injusto estigma y siendo privados de sus derechos fundamentales, llegando a darse capítulos realmente escabrosos, como el que narra Carme Riera en su libro En el último azul, donde «habla del intento de fuga en barco de unos criptojudios, que eran quienes se mostraban como cristianos de puertas para afuera, mientras que en la intimidad practicaban el judaísmo. Sucedió el 7 de marzo de 1688, pero una fuerte tormenta frustró la fuga y no pudieron salir. Al regresar al barrio judío la Inquisición les estaba esperando, los apresó y torturó». Explica Dani que «de aquellas personas 34 renunciaron públicamente a su judaísmo y fueron ajusticiadas en el garrote, que era una muerte rápida». En cambio, «hubo tres personas muy conectadas con su identidad judía que proclamaron que habían nacido judíos y querían morir judíos. Ellos fueron quemados vivos frente a 30.000 personas en la Plaça de Gomila». Los nombres de los «tres mártires» son: Rafael Valls, Catalina Tarongí y su hermano Rafael Benito Tarongí.
De estas y otras historias da buena cuenta en sus tours por Ciutat, iniciados «en el verano de 2019, justo antes de la pandemia». Hay distintas rutas, una se focaliza en la época medieval, otra se enfoca en los criptojudíos, y luego hay otra en la que repaso la historia de los 'xuetes'». Explica Dani que su público son fundamentalmente «turistas internacionales», y confiesa que «al principio vinieron muchos alemanes no judíos, es curioso, pero hoy en día la mayoría son judíos de Inglaterra, Francia, América Latina y Estados Unidos. No vienen muchos de Israel, en su visita a la Isla prefieren comer, ir la playa y desconectar». El mallorquín también ocupa un papel importante: «Cada septiembre se celebra la cultura judía en Palma y los tours siempre están llenos».
14 comentarios
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Casi nadie discrimina ya a los xuetes en Mallorca. Pasan totalmente desapercibidos y están por completo integrados. Sobre la tendencia de los judíos a sentirse especiales, es cierta, pero que lleven siglos siendo perseguidos no debe de ayudar a que se sientan como los demás, todo lo contrario. Y, por supuesto, no puede faltar en ninguna parte el cretino que cada vez que oye o lee la palabra "judíos" o "xuetes" saca a relucir a los palestinos y aprovecha para su nauseabunda propaganda pseudopolítica, aunque se esté hablando de la expulsión por parte de los reyes católicos o de que Spielberg ha pillado el covid.
Me encanta la frase “ se siembra trigo y recogen doctores” En nuestra sociedad sólo hay doctores. Sobre todo expertos en ignorancia.
AngelcaídoEs que cuando tiene razón, tiene razón Ángel. Hoy día es que estoy seguro que no solo no existe esa intolerancia a los xuetes, si no que incluso de la LOGSE hacia arriba la mayor parte de la población ni sabe lo que es.
R.A. PonsCultura sí, pero es una pena que el pequeño artista austriaco no haya terminado su cuadro, una obra maestra perdida.
AuraGracias por tu comentario 😊
F.CollTe agradezco tu comentario. 😊
AngelcaídoEs una rareza pero estoy completamente de acuerdo con tu comentario. Esto, una vez más, es jugar la carta de "víctima". Se puede ganar mucho dinero vendiendo mitos.
El juego de las "víctimas" genera mucho dinero. Esta estafa no pasaría la ley de descripción de operaciones si se investigara.
AngelcaídoCierto lo que anota Angelcaído. Hoy en día toda esta comedia de xuetas y similares está superada totalmente en Mallorca. Algún garrulo queda, pero los últimos coletazos en plan desenfadado de si éste o ésta lo es, ya ni se estilan. Que fue muy corriente, innegable. Y que se hicieron barbaridades, también. Pero afirmar que "el odio y la intolerancia existen aún" es falso. Será morbo para sus visitas guiadas. Los judíos, son como los demás, pero a menudo usan su origen para destacarse o hacerse los mártires (con razón, en casos pasados) pero tienen que aprender lo dicho, que son como los demás, ni más ni menos y no tienen la exclusividad de haber sido maltratados. Entre ellos hay tontos y listos, buenos y malos...Pero tienen esa inclinación a sentirse especiales. Y si con ello hay negocio, ni hablemos.
En los momentos actuales el odio y la intolerancia están a la orden del día. Desgraciadamente lo hemos visto desde octubre pasado. En tiempos pretéritos fue más visible y directo pero se ha adaptado a "lo políticamente correcto" y trata de ser menos identificable. Todavía tenemos generaciones vivas de portadores de los 15 apellidos xuetes que sufrieron la discriminación en sus propias carnes, pueden dar testimonio de ello. La actividad de Dani Rotstein, educativa y divulgativa, da a conocer una parte muy importante de la historia mallorquina que no debe obviarse ni olvidarse. Tal vez lo más singular es que nos pone a todos ante el espejo de qué fuimos como sociedad para perpetuar tanto tiempo una discriminación y una segregación a unos conciudadanos, a unos mallorquines como el que más. La mirada del otro, del que vino de fuera, muchas veces nos hace darnos cuenta de lo obvio.