Imagen de Matías Padía. | Click

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Matías Padía es uno de los jóvenes mallorquines que, posiblemente, haya participado en más reality shows de televisión pues, que sepamos, ya ha pasado por Pekín express, en 2016, que ganó con su primo Nabil; La Isla de las Tentaciones, a la que fue como tentador; El conquistador, posiblemente lo más duro que haya hecho en su vida, más un cuarto, First Date Hotel, que ha grabado recientemente y que podremos ver en unos días, ya que, según parece, él sale en el segundo espacio. El programa lo presenta Carlos Sobera, que contará con la colaboración de Lidia Torrens como recepcionista, Adrián Pedraja como barman, Arianna Aragón y Rocío Porres en el servicio de mesas y Sergio López como camarero y DJ.

Por lo que tenemos entendido, durante su estancia en el hotel los participantes podrán disfrutar de sus instalaciones, entre ellas spa, gimnasio, zona de cóctel o chill out... Todo lo que se necesario para una estancia feliz.

De Matías, con cuatro programas a sus espaldas, nos llama la atención su amabilidad y modestia, puesto que otros, por menos, creerían ser los reyes del mambo. Él, en cambio, deja que la vida fluya, quedándose con lo que más le satisfaga de ella.

Pues bien, con Matías estuvimos charlando en el lugar donde trabaja. Por que pese a haber estado en tanto programa dejándose ver, prefiere más el trabajo que hace que convertirse en uno de los muchos personajes que aparecen en televisión. Y es que Matías, alto, simpático, extrovertido, guapo y deportista nato –practica submarinismo, calistenia, surf, etc., además de tocar el ukelele–, tiene los pies muy bien asentados en el suelo. Porque una cosa es divertirse y probarse a si mismo –dice– y otra es el trabajo. «Y la tele –nos asegura– de momento no me ha convencido para que me convierta en uno de sus personajes. Me refiero a personajes que aparecen de pronto, tras haber participado en un reality, solo por el simple hecho de haber estado allí», comenta.

Sobre First Dates Hotel no quiere dar muchas explicaciones. «Ya lo veréis y espero que os divirtáis. Lo único que os puedo decir es que el programa se hace desde un hotel de cinco estrellas de Moreira, Alicante, que cerró por nosotros para poder hacer la grabación. Que si participo en él no fue porque me apunté, sino porque me llamaron, sobre todo porque ya me conocían… Y también porque estoy soltero y sin compromiso, y muy ligoncete, aparte de que es muy sencillo trabajar conmigo, ya que vivo la experiencia al límite, al cien por cien y… Pues que les dije que sí. Aunque hubo buen rollo con la chica que me tocó, que no es de Palma como pedí, sigo soltero y sin compromiso… ¡Y que sea por muchos años! Y más si tengo que pillar un avión para ir a verla… ¡Con la de chicas guapas que hay aquí! ¿Qué cómo es el programa? Solo diré que todo lo que sucede en él es porque es así. Es decir, no hay nada programado ni guionizado, sino que todo es muy real y espontáneo. Y, por supuesto, divertido».

‘El Conquistador’ es el más duro. Esto lo matiza porque en otro programa que participó, La Isla de las tentaciones, te dicen lo que tienes que decir y hacer… «Es un programa bastante manipulado… Sí, te manipulan a fin de que las cosas lleguen a dónde ellos pretenden. Por eso prefiero los programas que sean reales, que lo que se ves es lo que es. Como este. Y encima, First Dates es uno de mis programas favoritos. Y con este relacionado con el verano, ya veréis, os vais a divertir mucho»
Posiblemente, El Conquistador, emitido por TVE, al que acudió acompañado de su ukelele, «haya sido el programa más duro… Para mí, desde luego, ha sido lo más duro y complicado que he hecho en mi vida.

Además, todo lo que ocurre en él es auténtico y real, tanto como que llegué a estar cinco días sin comer nada… ¿Te imaginas lo que es eso? Sí, pasé más hambre que una garrapata en un peluche».
Entonces se nos ocurre preguntarle por qué no le llaman para Supervivientes, programa también durísimo, por cómo se vive, al límite, y por el hambre que se pasa. Es más, le recordamos que hace tiempo, en otra entrevista, a raíz de su participación en La Isla de las Tentaciones, le preguntamos si les gustaría ir a dicho programa, contentándonos que sí, pero ahora… Matías se ríe. «Ahora no iría a Supervivientes; en El Conquistador he vivido algo bastante mejor, sobre todo en cuanto a dureza y autenticidad».

Cuenta que para participar en este programa tuvo que preparase antes a conciencia, sobre todo por lo duro que es, igual que sus juegos y pruebas. «Por eso, antes de comenzar, estuve durante días hinchándome a comer croquetas. Porque sabía que iba a pasar hambre… Aunque nunca supuse que pudiera pasar el hambre que pasé ¡infinitamente más de lo que imaginé! Es un programa en el que el mejor músculo es el cerebro. Se presentaron algunos que se pasan muchas horas de su vida en el gimnasio y fueron los primeros en quedar eliminados, todo porque ahí, la fuerza, no era lo único que valía, sino tu forma de pensar, de analizar las situaciones a las que te ibas a enfrentar, de saber sufrir… Por eso quedé en quinto lugar».

De todos modos –insistimos–, estar en Supervivientes, da pie a poder ir a otros programas… Es una buena catapulta hacia otras oportunidades. «Sí, claro… Eso, y también convertirte en personaje de la tele, dispuesto a vender sus intimidades… Pues no, ¡gracias! Yo si voy a los programas es porque la experiencia que me puedan ofrecer me aporta algo, y no por seguir saliendo en la tele, en otros programas».

¿Eso significa que también descarte participar en un Gran Hermano, como el que comenzará en septiembre, con gente desconocida… Como los Gran Hermano de hace años? «Pues sí. Totalmente descartado. Y es que estar encerrado durante cien días en una casa con cuatro frikis… La verdad, no es para mí, porque no me aporta nada».