Las Festes d’Estiu de sa Fertilitzadora de Son Costa i Son Oliva han contado con torneos de fútbol alevín y de adultos, disputados en una pista que tiene dos farolas en el terreno de juego y una grada sin alero.

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Hace unos días celebraron en Son Oliva las Festes d’Estiu de sa Fertilitzadora de Son Costa i de Son Oliva. La organización de las mismas corrió a cargo de la Associació Esportiva i Cultural Verdi. Hay que decir que ha sido un éxito, que todos se lo pasaron muy bien y que se cumplieron, a pesar de todo, todos los objetivos propuestos, que son: un torneo de fútbol benjamín para niños de edades comprendidas entre los seis y nueve años en el que participaron también niñas.

Con el calor que hace pese a todo, las Festes, organizadas por la Associació Esportiva i Cultural Verdi, han sido un éxito.   

Los jugadores recibieron una medalla y petos. En segundo lugar, hubo fútbol entre equipos con jugadores con edades entre 18 y 25 años –se disputaron media docena de encuentros. Finalmente, se celebraron dos mercadillos. A falta de ayudas económicas, con las ganancias que se obtuvieron a través de estos eventos, se pudieron comprar las medallas y los petos de los jugadores de fútbol. Hasta aquí, como decimos, todo fue un éxito.

Ahora bien, dichas Festes d’Estiu pusieron en evidencia una serie de carencias que tiene dicho parque y que hace meses, a través de la asociación y desde este diario, fueron notificadas a Cort. «El Ajuntament nos contesta que hacen lo que pueden, que lo hacen, pero que también quedan muchas cosas por hacer, entre ellas, las siguientes: en lo que es terreno de juego de pista de fútbol, siguen estando las dos farolas que han estado ahí desde siempre, lo cual es un peligro, pues los jugadores pueden golpearse con ellas. Además, los campos de fútbol nunca tienen en sus terrenos de juego dos farolas, entre otras cosas porque son un peligro», dijo la presidenta de las Festes.

El Ajuntament cambió las viejas porterías por otras nuevas, con la particularidad de que son de aluminio, y que al no tener el aguante de las reglamentarias, ya están rotas. Lo mismo ocurre con las canastas de baloncesto, que las han pintado, pero son la de siempre, mucho más pequeñas que las reglamentarias. En lo referente a la grada, sigue faltando un cobertizo que impida que el público se moje cuando llueve o que pille una insolación en verano, como ha ocurrido este año. Un espectador sentado en ella sufrió una lipotimia. Hay sombrillas, sí, pero no son suficientes. Y dos cositas más. Una, al no haber wáter, la gente se suele desahogar detrás de unos  cipreses que hay junto a una de las paredes que limitan el parque. Y dos: han puesto una fuente, pero se han olvidado de los perros, pues aparte de pequeña, carece de medios –bebedero– para que puedan saciar su sed.

La presidenta, además, insiste en que Cort está advertido de estas carencias, «y dice que lo va a arreglar», menciona. Otro día les hablaremos de la Asociación de Vecinos que se quiere formar en la barriada.

Gran comunicador

Diego Revuelta, con su amigo, Toni Salom, ayer por la mañana en 500 millas, a dónde fue a buscar un coche.

Ayer por la mañana nos acercamos al concesionario 500 Millas. Habíamos quedado con Tolo Salom, dueño y fundador, para charlar un rato en el Club de Mar. «Sí, porque allí podemos aparcar sin problema», dijo durante la quedada, y que «allí estaremos tranquilos». Pues resulta que en el concesionario nos encontramos con un viejo amigo, además de colega, y mejor comunicador, Diego Revuelta, uno de los del equipo del programa de Antena 3 Espejo público que lidera Susanna Griso.

«Estoy de vacaciones y me he pasado por aquí para saludar a mi amigo Toni, amigo desde cuando íbamos a la escuela juntos, y a su padre, Tolo, y de paso llevarme un coche», me confesaba Diego. Así que dijimos de vernos otro día, ya que tenía prisa. Eso sí, nos dijo que sentía muy feliz con lo que estaba haciendo, que en breve va a colaborar en un documental superpotente para una conocida plataforma de televisión y «nunca me arrepentiré del paso que di hace diez años, cuando me llegó de Antena 3 Televisión una propuesta para trabajar en el programa Espejo público. Pese a que, en principio, era un contrato por tres meses, no me lo pensé, y mucho más cuando se lo comenté a mi jefa, Paula Serra. ¿Qué hago?, le dije. ¿Y sabes lo que me contestó? Que aprovechara y volara. Y le hice caso, claro. Y volé.

Lo que iba a ser tres meses se ha convertido en diez años. Y es que si se te presenta una oportunidad, y lo tienes claro, has de aprovecharla», comenta Diego. Al final se fue con su coche, y nosotros con Tolo en el suyo a tomarnos algo y charlar un rato en el Club de Mar.

Como una orquesta

Ala derecha, uno de los equipos de tertulianos de ‘Un día más’, programa de Fibwi, que presenta Joan Monse, celebrando los 100 programas.

Días atrás se reunieron a manteles todos los que forman el equipo del programa que emite Fibwi la noche de los viernes, Un día más, presentado y dirigido por Joan Monse. A la cena –puesto que fue una cena– se sumó el patrón de dicha televisión, Francisco Alcalde, con su esposa Cati Alorda.

¿Cuál fue el motivo de la celebración? Haber llegado a los 100 programas, lo cual no es sencillo. Pero ahí están. Programa dividido en dos partes, en la primera centrándose sobre en temas cotidianos, temas generales, temas con los que el ciudadano se encuentra a diario, para el que Monse cuenta con un grupo de tertulianos, –«para mí, un gran equipo», añade–, mientras que la segunda parte gira en torno a temas jurídicos o económicos.

En realidad, señala Joan Monse, «Un día más viene a ser como una orquesta, que cuantos mejores músicos tenga, mejor sonará. Por eso, he tratado de encontrar, y creo que lo he conseguido, aquellas personas que con sus opiniones hagan que el programa sea del agrado del espectador. Vamos, que el programa funcione».

Pues ¡enhorabuena! y que sea por muchos años más de programa.