Una visita que ha acaparado la atención social e inevitablemente comparaciones con la reina Letizia a quienes nunca hemos visto participar en las regatas que cada verano se realizan en la bahía de Palma. La reina Suthida ha sido una de las primeras regatistas en llegar cada mañana a la marina de Calvià donde conversaba con miembros de la organización y otras tripulaciones.
Tras las jornadas en alta mar, la reina también ha acudido al Village, zona reservada a regatistas e invitados, para charlar con la gente y empaparse del ambiente náutico.
Suthida Bajrasudhabimalalakshana es una figura que simboliza tanto el glamour como las dificultades de una monarquía envuelta en problemas. Conoció al príncipe Maha Vajiralongkorn, actual rey de Tailandia, cuando ella era azafata en Thai Airways. Posteriormente, se unió a la guardia real, ascendiredo a comandante adjunta de la unidad de guardaespaldas del príncipe, poco tiempo después se hizo pública su relación con el rey y se casaron.
Durante esta semana la reina de Tailandia ha derrochado simpatía y se la ha visto muy cercana con la gente. Cada día ha sido más numeroso el grupo de tailandeses afincados en Mallorca que se han acercado hasta Puerto Portals para ver a su reina.
Suthida sigue siendo una figura clave en el drama de la monarquía tailandesa. Expertos internacionales han descrito a la reina Suthida como una figura atrapada entre dos mundos. Uno el glamour y el poder de la realeza. Y por otro lado, las sombras de una vida llena de control y aislamiento dentro de los altos muros de palacio.
En lo deportivo, estas regatas, calificadas como la Fórmula 1 del mar y movidas por la sostenibilidad, han congregado en Puerto Portals a 13 equipos participantes, llegados de todas partes del mundo.
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