Michele, dueño de La Bottega de Michele, nos muestra uno de los toldos de la terraza vandalizados con un objeto cortante. | Click

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Michele Caporale, posiblemente el más veterano de los restauradores de la calle Fábrica, de Palma -o si no, el superviviente de los que hace    25 años se establecieron en dicha calle-, nos comenta que hace cuatro o cinco días, al abrir por la mañana La Bottega de Michele, su    restaurante,    se encontró con que los toldos que coloca sobre las mesas de la terraza habían sido rasgados con un cuchillo. «Eso también ha ocurrido en otros locales de la calle -nos dice-. Y eso ha tenido lugar de madrugada, una vez que henos cerrado. Porque mi local, a media noche, está cerrado. Y como el mío, los demás».

Realmente, Michele, no sabe quién puede haber sido. «Igual han sido personas que podrían estar en contra del turismo, aunque no lo puedo asegurar. Por otra parte, en esta calle, en la que apenas hay vigilancia policial, y más a medida que entramos en la madrugada, no es difícil que alguien con un cuchillo rasgue los toldos».

Ni que decir tiene que Michele ha cursado la correspondiente denuncia. «Nada tengo en contra del turismo, sino todo lo contrario. Y más si es turismo de calidad, como es el que suele venir a mi restaurante. Turistas de los hoteles de Jaime III, Passeig Mallorca y Passeig Marítim. Gente de nivel que no crea ningún problema. En cuanto al otro turismo, me refiero al de Magalluf, Platja de Palma y al de los cruceros, no soy quién para juzgarlo, sino que debe de hacerlo la autoridad competente, que también tiene que tomar las medidas convenientes para que no creen problemas y dejen en mal lugar a la Isla, cosa que no ocurrirá nunca con los turistas que vienen por esta calle».

Por último, Michele justifica que las sombrillas se quedan en la calle, primero, porque son grandes y dentro no caben, y segundo, porque estas sombrillas, han de quedar ancladas en el suelo, con lo cual se evita que puedan caer sobre los clientes. «Por todo ello, si no hay más vigilancia, vamos a tener problemas, ya que si hoy las han rasgado, mañana las pueden romper, o quemar». Pues ahí queda eso.

Teatro en inglés

La comedia The Bexhill Book Club se presenta de nuevo en el Teatremol, sito en Palma, calle Jaume Balmes, 58. La obra, escrita y dirigida por Regin Kolbeirnsson, cuenta con un elenco de actrices formado por Kathleen Bendelack, Romy Bellamy, Judith Abingdon y Jacs Cambell..

The Bexhill Book Club gira en torno a cuatro mujeres que se reúnen cada pocas semanas para discutir y opinar sobre un libro en concreto. Como suele ocurrir en cualquier buen club de lectura, las opiniones son diversas: a algunas les gusta el libro, a otras no, por lo que las conversaciones, a menudo, son una mezcla de acuerdos y desacuerdos. Pero lo interesante es que, ocultos en la trama, hay otros mensajes y sorpresas que mantienen a los espectadores intrigados sobre las dinámicas de un club de lectura femenino, combinando el humor con realismo, y siendo, además, para el espectador una oportunidad excelente para mejorar su inglés. Las funciones tendrán lugar mañana, el jueves y el día 15 de los corrientes. Nos vemos.

Se adelanta

David Smile, artista polifacético, astur-madrileño, de 57 años,    afincado desde hace 12 en Mallorca, además de publicista, diseñador gráfico, fotógrafo y productor audiovisual, expone por primera vez la colección Flecos de intimidad, o lo que es lo mismo, una mirada introspectiva a lo largo de 20 años,    en forma de arte digital, fotografía y poesía.

Dichas obras estarán acompañadas por la colección de joyería artesana Al vuelo, obra de María Roger Aubanell. También en esta presentación colaborarán Alejandra Catalán Crai, Mariana Frauca, Gerónimo Serena y Manena Duel… Pero mejor ver lo que va a pasar a lo largo de ella. ¡Ah!, bueno… La exposición se inaugurará este viernes, 13, a las 20 horas, en la Cartuja de Valldemossa. Y podrá verse hasta el 19 de septiembre.

La Plaça Espanya

Si alguien me preguntara qué me ha parecido la reforma de la Plaça Espanya le contestaría que bien. Que por fin la han terminado, con lo cual los vecinos habrán dejado de vivir entre polvo y ruido de las máquinas. ¿Qué se podría mejorar…? Todo se puede mejorar, aunque, en este caso, lo suyo es conservar el lugar en buen estado y, además, vigilarlo, cosa que, de momento, está sucediendo, ya que Cort ha destinado un servicio de policía de 24 horas.   

Por ello, la responsabilidad de que la plaza en concreto no se deteriore es de todos los ciudadanos, no solo del Ajuntament, o más concretamente de Emaya e Infraestructuras. Por ello, ordenaría, primero, no bicis, ni patinetes yendo y viniendo por ella -de hecho hay señales de tráfico que advierten que está prohibida la circulación de unos y otros-. Y es que esta plaza es un espacio peatonal, transitado, entre otros, por invidentes, gente mayor, etc. Y segundo, me reuniría con los responsables de los bares que hay en ella para ver de qué modo poder lograr que los clientes no arrojen papeles, cascos de botellas, vasos de plásticos, etc.,    en el suelo, pues, cómo decimos, la limpieza de la plaza es cuestión de todos.    Por otra parte, cuando haya fiestas en la plaza que conlleven la instalación de escenarios, obligar a quiénes lo monten a que tengan un seguro, o bien que se responsabilicen de que si se produce algún deterioro sobre el piso la reparación corra por su cuenta... Porque de lo contrario, mal vamos.

Cristales rotos

¡Ah, bueno....! Otra cosita más. ¿Cuándo se abrió la plaza al publico? ¿Hace una semana...? Pues bien, los vándalos ya han dejado una huella tras su paso por el ella. Han roto los cristales de la caseta que hay cerca de la entrada de usuarios del parking. Sí, se los han cargado sin más...

Por eso instamos al alcalde Palma a que haga realidad la gran idea que tuvo: crear una comisaría de policía en la Plaça Espanya. Sí, de momento hay vigilacia policial -un coche con agentes- durante las 24 obras... Pero lo cierto es que los vándalos ya han actuado. O al menos esa es la impresión que da viendo los cristales rotos.