Imagen del actor José Vico. | Click

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José Vico, actor, jubilado ya, regresó el miércoles de la pasada semana a los escenarios encarnando a Bernarda Alba, enfrentada a su criada, Poncia, en una obra que escribió Bernat Pujol ex profeso para él. «Sí, porque le dije que La casa de Bernarda Alba requería 18 actores, lo cual era muy complicado, por eso le propuse que escribiera algo inspirado en la obra de García Lorca que estuviera muy en consonancia con mi forma de actuar y, sin duda, acertó con Bernarda… punto final no solo con mi papel, sino también con el de Poncia, que interpretó Aurora Jhardi. Y… Pues ya ves que fácil, una obra con dos actores, una mesa y una silla. ¡Ah!, y como no hay tres sin cuatro, pues a la obra la hemos representado en tres ocasiones, en febrero la representaremos por cuarta vez en Inca. Lo digo porque vino a vernos la responsable de Cultura de este Ayuntamiento, mostrando su interés para que la presentáramos allí y, por mi parte, encantado, ya que, jubilado ya, como te digo, trabajos como este, aunque sea de tarde en tarde, y por el simple placer de matar el gusanillo que tengo dentro, hacen que vuelva al escenario. Que no por otra cosa, porque, por ejemplo, lo que no volveré a hacer será cabaret. El teatro me llena más, y más si es una obra como esta, para mí lo más parecida a un bombón. ¡Ah!, y lo hago gratia et amore… Como hobby».

José, que además de Bernarda Alba, ha sido, posiblemente, la mejor Édith Piaf, incluso, a veces, superándola, debutó en el mundo de las bambalinas en 1965 –de lo cual han transcurrido 60 años–, y lo hizo en las fiestas de La Bonanova, subiéndose al escenario para cantar Madrecita María del Carmen, de Manolo Escobar, «pues en aquellos tiempos a los menores, y yo era uno de ellos, no se les permitía cantar canciones de amor». Tiene en proyecto participar en una película dirigida por el escritor José Antonio de la Rosa, titulada Perdiendo la fe, «en un papel más bien discreto, del que por ahora no puedo hablarte ya que no tengo el guión, pero… Sí, me hace ilusión participar en esa película», afirma.

Las radios desde el bar. Pues como decíamos semanas atrás, Palma cuenta con dos radio-bar, o radios que emiten desde un bar o un restaurante, con clientes en las mesas, ya sea tomando una copa, un carajillo, o cenando. Una es de Manolo, pionero en radio bar, ya que lleva unos cuantos años emitiendo, sobre todo desde el Cristal –que también lo hizo desde el Mavi y otros establecimientos– y la otra, dirigida por El Chopo Fernández, que lo hace desde una mesa, según se entra a la izquierda, del restaurante El Alpendre. La diferencia entre ambas podría estar en que a Manolo le gusta verse rodeado de gente que hable, opine, dialogue, intercambien opiniones, etc., mientras que El Chopo tira más por el camino de la entrevista individual, aunque cuando invita a cantantes, novelistas, poetas, etc. les anima a que canten, a que lean un párrafo de su libro o a que reciten algunos de los versos que han compuesto. En cuanto a audiencias, ambos están encantados con ellas, entre otras cosas porque les siguen desde cualquier parte del mundo. ¿Qué si se vigilan el uno al otro cual Pablo Motos y David Broncano, y viceversa? ¡Que va! Cada cual va a lo suyo.

De Manolo podemos esperar cualquier cosa, ya que a su particular piano radiofónico de teclas infinitas las puede tocar todas, a veces sorprendiéndonos y jamás desafinando. Porque gustará o no gustará, pero nunca dejará indiferente a nadie, y… Pues poco más o menos podemos decir de El Chopo, quién, por cierto, acaba de presentar un nuevo programa, que hace con Celeste Marándola, que emite a las ocho de la tarde-noche de los jueves y que trata de la soledad. O mejor, de personas solas, a las que invitan a que llamen y cuenten sus experiencias, con un único objetivo, que no se sientan solos y que puedan hacerse amigos de otras personas, solas, como ellos.

¡Ah!, y aunque sean competencia, no hay malos rollos entre ellos por conseguir una audiencia mayor, «ya que la competencia –apuntó Manolo–, siempre que se lleve bien, es sana».

Por cierto, Manolo no descarta presentar pronto el programa Joves d’ahír, también para gente mayor.

Un falso directo. El pasado domingo, Manu Blanco se dio el viaje en balde a Formentera a dónde viajó para presentar la Triatló Illa de Formentera, ya que se suspendió a causa del mal tiempo, «pero valió la pena viajar, ya que es una isla muy bella, con mucho que ver».

Manu, a su regreso de la isla hermana, nos habló de la próxima Noche Vieja en Canal 4 Televisió, que se grabará en Trui Teatre el próximo 14 de diciembre, «será una especie de falso directo, con 1.325 personas como público, y con numerosos artistas sobre el escenario, entre ellos Elena Bianco (la voz de Los Mismos), Francisco, Mochi, Rebeca (la de Duro de pelar, éxito de los años 90), Rosa López y Alejandro Parreño (de OT), Llorenç Santamaría, Tomeu Penya, Agustín El Casta, La Década prodigiosa, Los Javaloyas, Ku Minerva (Llorando por ti), Elías Soler (El mal del olvido, una historia relacionada con el alzhéimer)… El acto lo presentaremos Celeste Marándola, Andrés Lasaga y yo. Como los asistentes al Trui Teatre abonarán una entrada simbólica de 5 euros, todo lo que se recoja, unos 6.000 euros se repartirán entre las ONG Mallorca sense fam, ASPACE, Proyecto Juntos, Es Refugi y Sonrisa Médica». ¿Qué cómo hacerse con el abono de los cinco euros…? Entrado en la web de Trui Teatre y siguiendo la pauta. También pueden abonarlos en taquilla en la tarde los jueves, y en las de sábado y domingo. Pues que todo sea por una bonita causa.