La bebé Eva birba, interpretó al niño Jesús, mientras que su madre, Aina Birba a la virgen María. San José fue, Daniel Ramis.

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Magnífica representación del belén viviente tradicional realizada en los jardines de la Misericòrdia. Cerca de un centenar de personas participaron en el nacimiento creado y dirigido por Vicenç Torres, en una excelente puesta en escena con más de veintena de pasajes. Desde las cinco de la tarde, y hasta las 21 horas, cientos ciudadanos realizaron el recorrido. Guardando cola para entrar, como uno más, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, junto a la presidenta del Govern de les Illes Balears, Marga Prohens y otros representantes del Ajuntament de Palma.

Cuidando cada pequeño detalle, Vicenç Torres recibió numerosas felicitaciones. «Hace 20 años que comenzamos con este belén viviente tradicional del pueblo, hecho para el pueblo. Aquí nadie cobra y toda la vestimenta la ponen ellos. Es maravilloso ver como colabora la gente y este año la representación, además cuenta con la producción del Teatre Principal», señala Torres.

Gran representación del belén viviente de la Misericòrdia
El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, junto a la presidenta del Govern de les Illes Balears, Marga Prohens.

Entre los protagonistas, el bebé que interpretó al niño Jesús. Se trata de Eva Birba, quien nació hace 15 días. Su madre, Aina Birba hizo de virgen María y, San José, fue Daniel Ramis. El canto de la Sibil.la, a cargo de Carla Vázquez, cautivó a los numerosos visitantes que además pudieron adquirir deliciosos buñuelos recién hechos. Un puesto de Buenaventura Picó, más conocida como Turi, de Bunyols Porrerecns quien preparó más de 2500 piezas de bunyols a lo largo de la tarde. Dos zancudos, del circo Stromboli, vestidos de ángeles custodiaban el pesebre que fue visitado, hasta en tres ocasiones, por los Reyes Magos.

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Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a lomos de sus flamantes caballos. Además de un pequeño rebaño de ovejas, una pareja de pavos reales, conejos, gallinas, cerdos y otros animales se vieron profesionales prácticamente en extinción como la que desde niño ha ejercido toda la vida Sebastian Batle, cuarta generación de Matalassers. «Seguimos haciendo colchones, pero ya menos, como hacían mis antepasados. Ahora continúan mi hijos, Sebastian y Lorenzo, pero también tenemos una tienda de cortinas, porque como matalassers no hay futuro», comenta.

Gran representación del belén viviente de la Misericòrdia

Encordando una silla, Jaime Cifre quien profesionalmente fue yesero. «Lo de encordar fue una afición que comencé hace 20 años y aprendí en Algaida. Ahora yo la enseño a un grupo de jóvenes, en Llucmajor». Junto a él, Menichu Hernández quien trabajó de modista y relata que «tengo muchas cosas hechas a ganchillo, que empecé a aprender de manera autodidacta y por afición».

Gran representación del belén viviente de la Misericòrdia

El belén viviente de la Misericòrdia destiló el más auténtico espíritu navideño, impregnando de alegría y ciertos recuerdos a los más mayores. Visitantes de todas las edades, donde los más pequeños disfrutaron ante la presencia de los preciosos animales y oficios mallorquines