La decoración navideña por excelencia en la mayoría de las iglesias mallorquinas la componen las neules, hileras de discos blancos que se mecen al menor soplo de aire. Según el historiador teatino Gabriel Llompart (+) , «las neules descienden de un dulce que en el lejano siglo XII nos consta que se tomaba por las fiestas. Se trataba de neules preparadas con miel, lo cual les daba un color moreno, como el que tienen hoy las que vemos en confiterías, que por Navidad las amasan con azúcar y las hornean después. En aquellos lejanísimos tiempos se mojaban en pimem, una bebida a base de vino ensulzado con especias». «En los siglos XIII y XIV, el papel entró en Europa –explica el autor- así que posteriormente las neules ya fueron recortadas en papel tal como hoy, y se puede decir que esta tradición se conserva en Mallorca», explicaba.
Al pasar de los años la confección de neules ha traspasado fronteras y en algunos lugares de la Península se han podido ver estas bellas artesanías, aunque su elaboración, aquí en la isla, además de conservarse ha ido a más.
Una de las decoraciones que luce las neules con mayor profusión y esplendor es la de la catedral de Mallorca. Allí el canónigo delegado de Liturgia y Música, Pere Oliver, explica la procedencia e instalación de las mismas llegada la Navidad, junto al Sacristán Toni Ximenis.
«La decoración con neules en la Seu es una actividad que conlleva mucho trabajo y atención, en el que se esmera un equipo formado entre 15 y 18 personas como mínimo. Nosotros empezamos la colocación el pasado día 13 de diciembre, finalizando el mismo día 24 de diciembre. En esta actividad participan distintos departamentos de la catedral, principalmente sacristía y mantenimiento».
«La acción de elevarlas hasta arriba -nos cuenta el sacristán-, resulta muy delicada. Se realiza desde un punto del presbiterio a través de una cuerda con un mosquetón que va tirando desde la bóveda de abajo hacia arriba, subiendo las ristras ordenadas debidamente, algo a tener muy en cuenta a la hora de retirarlas».
Aproximadamente 10.000 neules decoran el templo mayor de Mallorca. Las ristras que bajan de las bóvedas hasta las columnas y el altar mayor tienen 60 metros y son lisas en su totalidad. Las que adornan el presbiterio y cátedra del obispo están obradas con motivos navideños, geométricos, eucarísticos o evangélicos. Son todas de gran calidad artística, conformando auténticas filigranas de papel. Entre ellas, se encuentran las de afamados neulers tales como Guillem Rosselló, sor Francisca Fiol y Rafel Barceló.
La belleza de esta típica decoración mallorquina también se encuentra en iglesias como San Nicolás, que luce largas ristras y en sus capillas se pueden admirar auténticas maravillas recortadas en distintos motivos.
La basílica de Sant Francesc luce también largas ristras y en el resto de iglesias la decoración resulta espectacular, como es el caso de Sant Nicolau o Sant Felip Neri, del Oratorio.
Ahora las neules ya están protegidas oficialmente. El Consell ha aprobado por unanimidad, en la Comisión Insular de Patrimonio, la propuesta de salvaguarda como bien de interés cultural inmaterial. Este elemento ya cuenta, por tanto, con protección institucional mientras se culmina el trámite oficial.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.