El hipnotista Germán Rehermann nos recibe en su consulta del Centro Pangea, en Palma. | Pilar Pellicer

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Aunque se desempeña en la hipnosis, Germán Rehermann es un consumado pianista, mago y escritor. De vocación transversal y pensamiento creativo, lleva más de quince años desdoblando sus conocimientos en hipnoterapia, asistiendo a pacientes aquejados con todo tipo de adicciones y, a la par, desplegando espectáculos divulgativos que facilitan el acceso a esta técnica iniciada en 1880 en Francia y que este viernes, 4 de enero, celebra su Día Internacional. Superar fobias, negociar con la ansiedad, el miedo y otros pesares no guarda secretos para este profesional con una inmaculada hoja de servicios, respaldada por miles de pacientes, a los que ayudó activamente a cambiar sus vidas desde su butaca de la dirección del área de adicciones del Centro Pangea, en Palma. Charlamos con él sobre la hipnosis, una poderosa herramienta que mejora la salud, potencia habilidades y conecta con lo más profundo de nuestro ser.

¿Cuándo empieza a interesarse por la hipnosis?
–De niño, mi primer acercamiento fue en un espectáculo de magia. A nivel profesional, después de formarme, comencé a dedicarme en el año 2008.

¿Por qué la hipnosis es una herramienta tan poderosa?
–Porque sirve para afianzar la voluntad y modificar las limitaciones mentales. La gente siente que no puede adelgazar o dejar de fumar y la hipnosis desbloquea esas creencias.

¿Cuál es su impacto en la salud y el bienestar?
–Al dejar de fumar, por ejemplo, el impacto es radical. Si consumes tres paquetes al día y lo dejas ganas años de vida... y lo mejor es que la hipnosis no tiene efecto secundario.

¿Se puede corregir la conducta con sesiones de hipnotismo?
–Sí, pero hay que decir que hipnosis no es magia. A ver, la hipnosis puede desbloquear una conducta que lleva mucho tiempo arraigada.

¿En qué aspectos de la psicología incide la hipnosis?
–La hipnosis como técnica ayuda a neutralizar los impulsos negativos y focalizarse en los positivos. Si una persona está deprimida la hipnosis no le quitará la depresión, pero puede hacer que hable, salga y se relacione, y de esa forma la depresión se hace más ligera.

¿Cuánto hay de ciencia y cuanto de sugestión en la hipnosis?
–En cuánto a las alteraciones químicas que se producen en el cerebro, la hipnosis tiene poca incidencia. Pero la sugestión es la capacidad de alterar el ánimo de una persona, y en eso la hipnosis tiene mucha incidencia. Con esos pequeños cambios que son reales pero no tienen un origen químico se consiguen muchos beneficios. La hipnosis puede conseguir un estado más animoso en el paciente. Y esos cambios conducen a que la persona vea modificado su organismo.

¿El hipnotista nace o se hace?
–Se hace. La hipnosis como cualquier otra técnica requiere de formación.

En general ¿usamos poco nuestras capacidades mentales?
–Diría que sí, pero no todo el mundo. Hay gente que la utiliza de forma muy eficaz y no hace falta ser un superdotado.

¿A quién le gustaría ‘leer la mente’?
–A gente que he admirado como Rachmaninov. Me gustaría saber qué pasaba por su cabeza cuando componía. Pero realmente no me gustaría meterme en la mente de nadie, la hipnosis no va de eso.

¿La hipnosis en malas manos es peligrosa?
–Cualquier cosa en malas manos es peligrosa... Recuerdo a una persona que fue hipnotizada y le dijeron que iba a ver a monstruos y entró en estado de pánico. Fue una experiencia muy heavy, pero hay que ser muy torpe como hipnotista para que eso pase. Si se usa en condiciones, la hipnosis no entraña ningún peligro.

¿Una de las claves del buen hipnotista pasa por realizar las preguntas acertadas?
–Desde luego. Y además, antes de la sesión de hipnosis es necesario hacer una anamnesis, que es una prueba previa consistente en realizar una serie de averiguaciones sobre el paciente. Son trascendentales para poder hacer correctamente la hipnosis.

¿Se puede manipular el pensamiento de una persona?
–No, y te pongo un ejemplo: si hipnotizas a un fan del Barça puedes conseguir que se sienta como si fuese del Madrid, pero al abandonar la hipnosis su criterio se mantendrá.

¿Qué siente el hipnotizado?
–Las sensaciones varían en función de la persona y el nivel de hipnosis. Por lo general, es un estado de tranquilidad y concentración.

¿Hay personas inmunes?
–Hay personas refractarias que no quieren ser hipnotizadas y lo rechazan. Si alguien no se siente cómodo no se le podrá hipnotizar, aunque a mí nunca me ha pasado.