Disco duro externo Canvio | TOSHIBA

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Los discos duros (HDD) siguen siendo indispensables en entornos como el almacenamiento 'online' en centros de datos y en la nube o la videovigilancia, principalmente debido a la alta capacidad de almacenamiento que ofrecen y su bajo coste en comparación con las unidades de memoria flash (SSD).

En 2021 se enviaron 259 millones de HDD, según los datos de Trendfocus recogidos por Toshiba. Su capacidad total, además, alcanzó los 1.338 Zetabytes, un aumento de casi un tercio en comparación con 2020.

Estos datos muestran no solo el «buen estado de salud» de los discos duros, sino también el hecho de que "nunca antes se habían enviado discos duros con un volumen total de capacidad de almacenamiento tan elevado", como apuntan desde la compañía tecnológica.

"Dado que la necesidad de espacio de almacenamiento está creciendo prácticamente en todas partes y solo los discos duros pueden ofrecer alta capacidad de almacenamiento al bajo coste que demandan los centros de datos, la nube y otros entornos de aplicación«, los HDD y las unidades flash »seguirán coexistiendo en el futuro", afirma el director senior de Desarrollo de Negocio de la división de Productos de Almacenamiento de Toshiba Electronics Europe, Rainer W. Kaese.

Esta tecnología de almacenamiento sigue siendo importante gracias a los servicios digitales que, a través de la Industria 4.0, los vehículos conectados, las plataformas de 'streaming' o las redes sociales, generan ingentes volúmenes de datos en continuo crecimiento que se almacenan en los centros de datos.

También contribuye su capacidad, pues aumenta de forma constante gracias a los avances tecnológicos, al mismo que tiempo que disminuye el coste por Terabyte, como apuntan desde Toshiba. En este sentido, la memoria flash es más cara y no se puede producir en cantidades suficientes.

Las empresas y los hogares también se benefician de las unidades HDD para el almacenamiento en red, ya que se trata de entornos que asumen tareas como servidores de medios y como centros de control del hogar inteligente.

Los discos duros para NAS están preparados para cubrir los requerimientos de velocidad de transferencias en la mayoría de las empresas y redes domésticas, donde el alto rendimiento de la memoria flash solo se notaría en la transferencia de muchos archivos pequeños.

Por otra parte, las cámaras de videovigilancia ofrecen un flujo de vídeo que los discos duros pueden almacenar. Toshiba destaca que la escritura de datos a alta velocidad es uno de sus puntos fuertes e incluso la grabación paralela de varios flujos de vídeo de alta definición (HD) no plantea ningún problema.

Los HDD también ofrecen mucho espacio de almacenamiento a bajo coste, por lo que pueden soportar las grandes cantidades de datos que generan las cámaras 4K y 8K.

En el caso del almacenamiento de los ordenadores personales, suele ser más habitual encontrar en estos equipos una memoria flash de pequeño tamaño, lo que hace que los usuarios dispongan de menos capacidad de almacenamiento de la que tenían cuando estos dispositivos contaban con un disco duro.

Al mismo tiempo, las necesidades de almacenamiento de los usuarios aumentan como consecuencia, por ejemplo, del crecimiento de las colecciones privadas de fotos o los nuevos juegos más sofisticados que pueden ocupar varias docenas de Gigabytes de espacio de almacenamiento.

Y aunque estos datos se almacenan externamente en la nube, muchas personas prefieren también tener acceso a almacenamiento local por motivos de coste y también de seguridad, lo que ha llevado a que los discos duros externos sean «extremadamente populares».

Asimismo, para almacenar datos a largo plazo, se suelen elegir tanto los discos duros como las cintas magnéticas. Desde Toshiba explican que los discos duros son un poco más caros que la cinta por la misma capacidad, pero ganan puntos al ofrecer tiempos de acceso más cortos cuando es necesario recuperar documentos u otro tipo de archivos para, por ejemplo, una auditoría. Además, los HDD pueden utilizar mecanismos de deduplicación para reducir la cantidad de datos a archivar, lo que también ayuda a reducir los costes.