La compañía se ha asociado con la empresa electrónica sueca Teenage Engineering para crear «un ordenador más simple», esto es, un objeto portátil complementario al 'smartphone' que facilite la interacción entre las distintas aplicaciones instaladas en este.
De esta manera, el usuario puede acceder a los servicios que ya dispone en su teléfono sin tener que cambiar entre las diferentes interfaces de sus aplicaciones ni navegar entre varias ventanas abiertas.
El director ejecutivo y fundador de esta 'startup', Jesse Lyu, ha matizado en la presentación de este dispositivo que los móviles "supuestamente son intuitivos, pero con cientos de aplicaciones funcionando de manera independiente, no lo consiguen".
Con ello, ha recordado que otras compañías como Microsoft, Amazon o Apple han intentado simplificar aún más los procesos con el lanzamiento de sus asistentes impulsados por IA -Cortana, Alexa y Siri, respectivamente- en sus altavoces inteligentes.
A pesar de sus esfuerzos, estos «a menudo no saben de qué se les está hablando» o «no logran realizar la tarea que se les pide», puesto que sus modelos de lenguaje grandes (LLM) no siempre logran descifrar estas órdenes porque "se les obliga a realizar tareas para las que no están diseñados".
Para ampliar las opciones que ofrece la IA generativa a los usuarios, Rabbit ha creado un dispositivo que sirve como complemento al 'smartphone' para administrar sus aplicaciones, que funciona como un asistente de bolsillo impulsado por esta tecnología.
Se trata de un 'gadget' con forma cuadrada, de color naranja y con los bordes redondeados, que incorpora una pantalla de 2,88 pulgadas y una rueda analógica para desplazarse entre las opciones que ofrece.
Este dispositivo, que recibe el nombre de Rabbit r1, permite la interacción por voz si se pulsa el único botón físico que incorpora, en el lateral derecho, sobre el que se debe colocar el dedo durante el comando.
Para su funcionamiento, este «acompañante de bolsillo» emplea un sistema operativo propio y personalizado, Rabbit OS, impulsado por el denominado Large Action Modelo (Modelo de Acción Mayor), que responde a las siglas de LAM y que no necesita configuración previa para su uso.
Gracias a LAM, con este 'wearable' se puede acceder a diferentes aplicaciones del móvil a través de una interfaz unificada, que permite, por ejemplo, escuchar música de servicios en 'streaming' como Spotify, reservar un viaje en Uber o pedir comida, entre otras opciones.
Otra de sus funcionalidades destacadas es la que emplea la cámara, que es giratoria de 360º grados para colocarla a modo de selfi o de lente trasera, con la que se puede enfocar hacia una imagen para que el asistente haga sugerencias en base a lo que visualiza a través de ella y a las necesidades del usuario.
Así, si se coloca Rabbit r1 sobre la imagen de un artista, puede recomendar una canción de este o, si se dirige la cámara hacia el interior de un frigorífico, puede sugerir diferentes recetas según los alimentos que este contenga. Además de comentarlas por voz, también las muestra con texto en la pantalla.
Asimismo, esta 'startup' ha comentado que este dispositivo puede «ver, aprender y repetir» de manera intuitiva para, por ejemplo, generar imágenes con la IA de Midjourney según lo que hayan especificado los usuarios.
Rabbit r1 también tiene una batería que permite su uso durante casi un día, introduce puerto USB-C para su carga y ranura para tarjeta SIM 4G LTE y ya se puede reservar para su compra por un precio de 199 dólares (unos 181 euros al cambio actual), en Reino Unido, Estados Unidos, Corea, Japón, Canadá, y algunos países de la Unión Europea, entre ellos España.
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