Es una de las conclusiones a las que ha llegado en un reciente informe la organización sin ánimo de lucro Fundación Mozilla, que tiene por objetivo velar por que Internet siga siendo un recurso público, global, abierto y accesible para todos los usuarios.
Elaborado por el periodista e investigador Odanga Madung, junto con Open Source Research & Investigations, en el análisis se indica que redes sociales como las que desarrolla Meta y otras plataformas de mensajería instantánea "han transformado la forma en que los candidatos hacen campaña, los votantes participan y la manera en que se difunde la información".
Debido a que «no tiene precedentes que las corporaciones tengan tanta influencia directa en asuntos políticos», tanto legisladores como instituciones de todo el mundo deben saber cómo proteger los sistemas electorales de la desinformación, según el informe.
Esto, en un año en el que más de 50 países en todo el mundo celebrarán elecciones y con el precedente de 2023, que a finales de año registró más de 30 comicios, según los investigadores, quienes han reconocido haber estudiado el papel de las plataformas durante los procesos electorales desde 2016 en 27 países para conocer las responsabilidades de las plataformas en escenarios de estas características.
En este sentido, han reconocido que las redes sociales están desarrollando nuevas políticas y prácticas para combatir la difusión de información engañosa y falsa de forma periódica, algo que "suelen anunciar en publicaciones de blogs y declaraciones públicas para generar confianza".
Asimismo, introducen nuevas funciones destinadas a promover la participación cívica y proteger a los usuarios de la manipulación que se puede dar en la plataforma. Es el caso de TikTok, que lanzó hace unas semanas un Centro de Información Electoral para las elecciones al Parlamento Europeo.
A pesar de estas propuestas, aplicadas a servicios como Facebook, Messenger o X (antes Twitter), considera que WhatsApp "no recibe tanta atención" por parte de Meta como Instagram o Facebook, a pesar de que su base de usuarios a nivel mundial es similar a la de esta última plataforma.
Así lo ha confirmado Madung a Engadget, que ha adelantado que «casi el 90 por ciento de las intervenciones de seguridad» que Meta ha propuesto para preservar la seguridad de los votantes en procesos electorales se han dirigido a sus dos redes sociales, en detrimento de su servicio de mensajería instantánea.
Además, se ha observado que la matriz no ha actualizado las políticas de WhatsApp para adecuarlas a contextos electorales y reflejar "la realidad de la evolución de la aplicación hacia una especie de red social pública con funciones de transmisión, en vez de solo una plataforma de mensajería privada".
También han recordado que WhatsApp se ha enfrentado a «importantes desafíos» a la hora de gestionar elecciones en países como India, Brasil y Nigeria, donde esta y otras aplicaciones de mensajería son especialmente vulnerables a la viralidad y la desinformación.
A pesar de ello, «hay poca o ninguna supervisión» sobre esta aplicación, debido a su naturaleza cerrada; algo que podría deverse también a que sus desarrolladoras "no han tenido en cuenta de forma adecuada la singularidad de los ecosistemas de información de los países y sus riesgos.
Preguntados por los investigadores, Meta justifica este enfoque señalando que WhatsApp ofrece una experiencia «diferente» a Instagram y Facebook, motivo por el que "tiene pautas y enfoques más apropiados para su funcionalidad y uso«. Por ese motivo, introdujo hace unos meses Canales, »como complemento a la mensajería privada", a los que se pueden suscribir los usuarios, que también tienen la opción de no hacerlo.
Nuevo formato para señalar los reenvíos
WhatsApp ya dispone de un apartado en el que menciona cuáles son las medidas que lleva a cabo para evitar el abuso en la plataforma durante los procesos electorales, en los que prioriza mantener la naturaleza privada de la aplicación y evitar el uso coordinado de forma indebida. Asimismo, tiene como objetivo empoderar a los usuarios para contrarrestar la desinformación, con verificadores de datos certificados y opciones de bloqueo y reporte en cuentas potencialmente dañinas.
Sin embargo, este equipo de Mozilla cree que la plataforma de mensajería debe implementar nuevos cambios que sirvan para proteger a los usuarios no solo en los días de votación, sino también durante el mes anterior y el mes posterior a las elecciones.
Para ello, propone limitar el reenvío masivo de mensajes, "añadiendo un paso adicional que impulse a los usuarios a hacer una pausa y reflexionar antes de reenviar el contenido«, según ha apuntado en una campaña pública, en la que subraya que WhatsApp debe »actuar para proteger las elecciones".
Con esto, ha señalado que se deben introducir etiquetas de advertencia de desinformación al contenido viral de forma automática. Esto es, en lugar del actual 'reenviado muchas veces', conviene incluir el indicativo 'Altamente reenviado: por favor, verifíquelo' en el mensaje que se haya multiplicado en distintas conversaciones.
Asimismo, ha dicho que es recomendable desactivar la función Comunidades -que reúnen a los usuarios en grupos por temas- y limitar el tamaño de las listas de transmisión a 50 personas y reducir su uso a dos veces al día.
Finalmente, considera que sin una acción decisiva por parte de la plataforma, "los ataques probablemente aumentarán en 2024«, con fines como manipular y socavar las elecciones que afectan a la mitad de la población mundial; motivo por el que WhatsApp debe »actuar para cambiar su producto" y proteger la integridad de las elecciones.
Más allá de whatsapp
Durante la investigación, se descubrió que las plataformas siguen un patrón similar para abordar la problemática de la desinformación en procesos electorales, con programas de alfabetización digital, verificaciones de hechos y actualizaciones de sus políticas de moderación de contenido.
No obstante, durante la revisión de estas medidas, los analistas descubrieron «una sorprendente falta de transparencia» por parte de las plataformas en cuanto a qué tipo de recursos pretendían utilizar y gastar en invervenciones relacionadas con las elecciones.
Asimismo, este análisis sugiere que la mayoría de las empresas de tecnología adoptan un enfoque preestablecido y basado en plantillas que son «esencialmente versiones de copiar y pegar de otras», según descubrieron en los casos de las elecciones celebradas en Kenia, Nigeria y Etiopía.
El hecho de que se aplique una política generalizada, sin estudiar cada caso según el país en el que se esté utilizando la plataforma tiene "graves repercusiones« y demuestran los problemas a los que se enfrentan estos servicios cuando simplemente »copian y replican el enfoque de unas elecciones en contextos diferentes".
Para terminar, han señalado que parece haber un patrón por el cual las plataformas transfieren cada vez más el trabajo de confianza y seguridad a terceros -como verificadores de datos y moderadores de contenido- en un intento por ahorrar recursos.
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