Carmen Boza presenta su primer álbum en Es Gremi

Carmen Boza (gaditana del 87) no es estrictamente una debutante: hace ocho años comenzó a subir a YouTube, en formato de vídeos caseros, las canciones que iba componiendo y, con rapidez, se convirtió en fenómeno viral. A pequeña escala, pero viral. Sus canciones, interpretadas en directo delante de la cámara del ordenador, fueron calando de forma natural, ganando seguidores. Poco a poco, el clásico sistema de difusión bocaoído (conexión a conexión en tiempos digitales) iba funcionando y el público respondía acudiendo a sus directos.

Instalada en Madrid desde 2010, comienza a frecuentar las salas de concierto de la capital y da forma a nuevas canciones, las que integrarán su primer álbum: La mansión de los espejos. Carmen, para la grabación y edición, recurre al crowdfunding. La sorpresa es mayúscula: en ocho horas consigue el dinero que necesita, y en poco tiempo más se supera ampliamente la cantidad prevista inicialmente.

La mansión de los espejos se puso en la calle en vinilo y destinado a los mecenas del crowdfunding. Así que está plenamente justificado que ahora se edite en CD, tratando de ampliar el círculo de connoisseurs. Quizá, de ese modo, deje de ser un secreto a voces. ¿Pero dónde reside ese secreto? Esencialmente, en lo más sencillo: las canciones. En 'sus' canciones. Porque Carmen, que compone (también es entregada guitarrista) por necesidad vital, trata de mirar hacia dentro para volcar sentimientos que conectan irremediablemente con el oyente. Y lo hace con lenguaje sencillo y comprensible pero en absoluto manido.

La mansión de los espejos los temas ruedan sin perder esa espontaneidad tan natural de Carmen cuando los interpreta a solas con su guitarra en las pequeñas salas de concierto, pero aquí se engrandecen en compañía de las texturas precisas para que suenen a banda. El resultado es un disco contemporáneo y original que no se adscribe a ninguna corriente concreta: es Carmen Boza sonando a Carmen Boza.